Por recomendación de unos buenos amigos, decidí visitar el Bistró San Lorenzo, ubicado en las instalaciones del Museo Nacional de Antropología “David J. Guzmán”; el Bistró opera independientemente del museo y está abierto de lunes a sábado, desde las 10:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche.
El lugar es moderadamente elegante, adornado con una mezcla agradable de colores, la mantelería luce impecable y los meseros visten acordes al lugar; mi acompañante y yo ordenamos como entradas: Brusquetías y Champiñones Rellenos, y como platos principales: Filet Mignon y Pasta con camarones al ajo. Decidimos compartir nuestros platos de tal manera que pudiéramos probar de todo lo ordenado.
Las Brusquetías fue lo primero que llegó a nuestra mesa; son seis rebanadas de pan baguete con queso mozarela, coronado con una rebanada de tomate y sazonada con un pesto de albahaca. Las tostadas estaban bien preparadas; la combinación: un clásico de la cocina italiana; el pan podría mejorar. En el balance, la entrada es buena.
Inmediatamente después nos sirvieron los Champiñones Rellenos; eran seis hongos rellenos de queso crema con una especie de miga de pan y pasados por el horno hasta gratinarse. El plato en una sola palabra es delicioso, los hongos en su punto y el queso les daba un toque de sabor que, si bien es cierto se presentaba plenamente, dejaba oportunidad para saborear el sutil dulce de los hongos frescos.
Después de un tiempo que nos pareció optimo entre los entremeses y el plato fuerte, recibimos nuestra orden principal. La Pasta con Camarones al Ajo es un plato de linguinis con salsa blanca mezclado con camarones pequeños, una porción de buen tamaño; la presentación un poco plana, pero en definitiva un buen plato, la pasta al dente y los camarones en un excelente punto de cocción.
El Filet Mignon consistió en dos medallones de lomo de res, más o menos de tres onzas cada uno, rodeados con tocino, coronados con una salsa de hongos (pensaría que porcini) en vino tinto, que acompañamos con vegetales al vapor y ensalada fresca; la carne suave, la salsa bien preparada, de esos platos que al terminarlos te dejan buscando más.
La relación precio-beneficio es razonable, la presentación de los platos descuida los detalles ya que es fácil encontrar gotas de salsa desparramadas o pequeñas astilladuras en la loza; sin embargo, la sazón es indiscutiblemente excelente y el cuidado en el término de cocción muy bueno. Así que nos retiramos del Bistró San Lorenzo invitados a volver.
Red Fork otorga cinco Tenedores Rojos a su experiencia en el Bistró San Lorenzo.