Presidente de Gumarsal llama “Gánster al estilo de Al Capone” a Fito Salume

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El presidente de la empresa harinera Gumarsal, Wilfredo Guerra, llamó “Gánster al estilo de Al Capone”, a su competidor Adolfo Salume y lo retó a pelear comercialmente y a mano limpia “no bajo la mesa porque eso es propio de la mafia”.

“La palabra es fea, pero creo que es un gángster, al estilo Al Capone, que impone su negocio y voluntad por medio de fuerzas ajenas a la ley de oferta y demanda” dijo Guerra al referirse a Salume.

Con las declaraciones de Guerra se ponen al descubierto lo que era un secreto a voces: que entre Guerra y Salume existe un problema de competencia comercial en la que este último ha aprovechado para llevar a cabo una campaña de desprestigio contra Guerra y sus familiares que incluye vinculaciones con narcotráfico.

Guerra asegura en una entrevista en un periódico digital, que  Adolfo “Fito” Salume, tiene a sueldo a un ex agente de la DEA y que además ha intentado reiteradamente  comprarle la empresa Gumarsal.

El empresario aseguró asimismo que Salume podría ser el responsable de lo que Guerra llama historia mítica del cartel de Texis y en la que se relaciona a un tío de este, JoséAdán Salazar “Chepe Diablo”,  como su cómplice en supuesto narcotráfico al ser el jefe.

Las revelaciones de Guerra surgen en un momento en que los señalamientos de Salume han arreciado. En un contexto en que el exagente de la DEA (Agencia Antidrogas de EE.UU. por sus siglas en inglés) Danny Dalton ha pedido a la Fiscalía salvadoreña profundizar las investigaciones sobre el presunto Cártel de Texis.

Es en esa situación que las declaraciones de Wilfredo Guerra vienen a atizar el fuego. El empresario no tiene reparos en asociar laboralmente al exagente de la DEA con Salume, y como pruebas presenta unos correos procedentes de Washington en los que el mismo Dalton, supuestamente, admite trabajar para Salume y Molinos de El Salvador. Adolfo Salume, por su parte, ha desmentido las versiones de su competidor y lo tilda de tramposo.

El pleito entre ambos competidores se remonta a 2010, cuando Guerra y su padre decidieron meterse al negocio de la harina.

El presidente de Gumarsal asegura que las presiones de Salume han ido más lejos al grado de crear una rumorología “para reforzar la idea de que estábamos (Guerra y su familia), involucrados en narcotráfico y otros actos ilegales. Incluso elaboraron un libro supuestamente elaborado en Costa Rica por Lafitte Fernández quien recibió una fuerte suma por el “trabajito” y entonces trabajaba para el empresario Salume, indica el empresario en la entrevista.

Era un negocio que aquí solo habían tenido dos empresas por más de 50 años. Cuando llevamos el proyecto a un banco para el financiamiento empezó un acoso hacia nuestro grupo, porque el papá de Adolfo Salume era socio de ese banco —dice el empresario a guisa de contexto sobre el pleito.

Tras la publicación de un reportaje sobre el Cártel de Texis en el periódico digital El Faro, Salume comenzó a destacar la cercanía de Guerra y su padre con “Chepe Diablo”.

“Comenzó una campaña de difamación orquestada para deteriorar la imagen de la empresa y presionar a las autoridades para que actuaran contra nosotros. La estrategia es relacionarnos con el señor Adan Salazar, quien sí, en su momento fue socio fundador de la empresa, pero solo 2 años estuvo con nosotros porque no le gustó el negocio”, sostiene Guerra.

Guerra agrega que Fernández y Salume fueron los responsables de una campaña de desprestigio orquestada en su contra que le ha generado problemas financieros. “Corrimos un proceso por difamación contra Adolfo Salume y Lafitte Fernández y otra señora porque hacían campos pagados, buscaban prestanombres para poder poner avisos en la Fiscalía… “. Una campaña muy estratificada para dañar nuestra imagen y tener en zozobra a la empresa” agrega.

Guerra afirma que tanto él como su familia están siendo víctimas de acoso por parte de periodistas y redes sociales vinculadas a los periódicos digitales El Faro, Factum.net y Diaro 1 que son propiedad de Salume. “Hemos tenido un acoso mediático, en redes sociales, en blogs, en fabricación de libros, en pago de comunicados, avisos a la Fiscalía con el afán de dificultar o impedir nuestro desempeño en el mercado.