El ‘mindful eating’ es el camino hacia una alimentación plena y consciente

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El ‘mindful eating’ o alimentación consciente busca modificar los hábitos alimenticios de las personas para obtener beneficios para la salud. No hay datos exactos sobre el origen de esta corriente pero se sabe que las enseñanzas de ciertas culturas como el budismo o hinduismo han sido de gran influencia.

En ambas, el bienestar y el equilibrio son una parte fundamental de la vida de las personas. La alimentación consciente busca precisamente esto. “Mientras se come, el cerebro debe poner atención solamente a la actividad de la alimentación”, indica María Soledad De la Torre, nutricionista en Nutrihelp. Así se evita que la persona siga comiendo aunque ya se haya llenado.

“Cuando se come de forma consciente se va a dar cuenta que cierta cantidad de comida es suficiente”, indica. Esperanza González, nutricionista, ha observado que son hábitos comunes en las sociedades contemporáneas almorzar o cenar viendo televisión, mientras se trabaja en la computadora o se escribe en los teléfonos celulares.

Prácticas como estas pueden causar problemas de salud. “Es más fácil que una persona se llene de grasas saturadas comiendo golosinas si come sin pensar”, dice.

Eventualmente, esto puede terminar en sobrepeso y obesidad, enfermedades que en los últimos años afectan cada vez más a los niños. Por esta razón, recomienda a los padres inculcar desde muy jóvenes las buenas prácticas relacionadas a la alimentación.

De la Torre concuerda con que es una responsabilidad de los padres. Obligar a los niños a terminarse toda la comida aunque estén satisfechos es un error, asegura. También lo es enseñarles a relacionar la comida con emociones como la tristeza o la felicidad.

Érika Bravo luchó contra la obesidad varios años. Sin saber la causa de fondo se hizo tratamientos y cirugías para reducir tallas. Pero al poco tiempo volvía a engordar. “No me daba cuenta que comía siempre que estaba triste”, recuerda.

Todo empezó cuando se divorció. A partir de este hecho fue aumentando de peso y su “único consuelo” fue comer. Una prima cercana le sugirió visitar a un nutricionista. Entonces notó cuál era el problema y empezó a trabajar en eso.

Las recomendaciones que recibió incluían dedicar el tiempo adecuado a la alimentación. No distraerse, no usar el celular. Simplemente disfrutar de la comida, saborearla y pensar en qué efecto tiene en su cuerpo. De esta forma logró comer de forma consciente.

Por su puesto, esta no fue la única indicación. El ‘mindful eating’ no es una herramienta mágica para bajar de peso, sí un buen comienzo. Tampoco se trata únicamente de comer menos. Se debe acompañar de actividad física y de alimentación balanceada. La idea es que con el tiempo la persona tome responsabilidad absoluta sobre lo que ingiere.

No hay que olvidar que para personas como los deportistas o que padecen enfermedades que necesitan una dieta particular, la alimentación no se debe cambiar. Los deportistas, por ejemplo, no pueden comer menos de ciertas cantidades debido a la alta actividad y desgaste físico.

Pero sí pueden aplicar la alimentación consciente por la satisfacción y el bienestar que produce este estilo de vida. Así, poco a poco sacará de su dieta los alimentos que no son adecuados o que no le generan ningún beneficio a la salud.

Como todo hábito, toma tiempo cambiarlo. De la Torre sugiere empezar con pasos pequeños; por ejemplo, decidir comer conscientemente el desayuno. Durante ese período toda su atención deberá estar en la comida. Una buena opción para empezar a tomar conciencia sobre la alimentación es realizarse unas preguntas básicas: ¿tiene hambre?, ¿cuánta hambre tiene?, ¿qué va a comer?, ¿qué emociones están rondando al momento de comer?, ¿cómo y dónde va a comer? González recomienda preguntarse esto antes de cualquier comida.