Los habitantes del municipio de Soyapango, que se encuentra «cercada» por elementos de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil (PNC) desde el fin de semana, con el objetivo de capturar a los pandilleros que «se encuentran escondidos» en dicho municipio, viven sus días y noches en «normalidad», de acuerdo con las autoridades gubernamentales.
La madrugada del sábado, 10 mil efectivos de Seguridad tomaron el «control» de la importante ciudad-dormitorio y se desplegaron por las diferentes colonias que componen al municipio, en su mayoría estigmatizadas por la alta presencia de pandilleros durante años.
En Soyapango, la segunda ciudad más poblada del Gran San Salvador -integrado por 14 municipios-, se observa a militares armados de pies a cabeza y a policías por doquier. Apostados en las paradas de los autobuses del transporte colectivo público, en las canchas de los barrios, en las calles de acceso a las colonias y en los caminos rurales.
Sin embargo, periodistas pudieron constatar este lunes que en la zona se vive una «relativa calma» en medio de una alta presencia militar. El transporte público no ha parado y las personas que se dedican a la venta informal de productos han salido para obtener ingresos.
Los soldados y los policías se suben a las unidades del transporte público para registrar a las personas, en su mayoría a hombres de todas las edades, e instalan controles para chequear a automóviles y motocicletas que buscan entrar o salir del municipio.
El presidente Nayib Bukele aseguró la noche del domingo que «más de 140 pandilleros han sido arrestados dentro del cerco». No obstante, los supuestos capturados no han sido presentados a la prensa. Las capturas continúan.
La Presidencia indicó en un comunicado que «los residentes en Soyapango han expresado estar a favor de la estrategia de seguridad que mantiene el Gobierno por los resultados favorables. Este será el año más seguro en la historia del país», agregó.
«Cercar» la localidad de Soyapango se da en el contexto de un régimen de excepción, que cumplió 8 meses de vigencia y suspende varios derechos constitucionales, tras una ola de asesinatos que cobró la vida de más de 80 personas en tres días. Pero Bukele ha señalado que la medida corresponde a la fase cinco del Plan Control Territorial.
El presidente Bukele aseguró el lunes, en un mensaje en redes sociales, que «nunca en la historia del país se había logrado concentrar una cantidad así de tropas» militares.
«La movilización de una división completa del Ejército sólo estaba en manuales, pero jamás se había hecho en El Salvador. Este también es un logro logístico sin precedentes», añadió.
La Presidencia apuntó en un comunicado que en tres años y cinco meses del Gobierno de Bukele, «El Salvador pasó de ser el país más violento del mundo al más seguro de América Latina. Los días con cero homicidios son más en cada mes», añadió.
Según la fuente, en 2022 se contabilizan «248 días sin asesinatos».