John McCain, senador republicano de Arizona, héroe estadounidense de guerra y ex candidato a la presidencia de Estados Unidos, murió este sábado a los 81 años, tras una lucha contra el cáncer..
Su vida, marcada por los 5 años que fue prisionero de guerra, durante los cuales sufrió tortura y por tres episodios de melanoma, la forma más agresiva de cáncer de piel, lo llevaron a expresar en alguna ocasión: “Tengo más cicatrices que Frankenstein”. Sin embargo, fueron esas lecciones las que lo llevaron siempre a ir hacia adelante para remontar episodios que no se veían favorables.
Hijo y nieto de almirantes de la Armada, la vida de McCain estuvo marcada por la milicia. De hecho, nació el 29 de agosto de 1936 en Coco Solo, una base aérea en la Zona del Canal de Panamá.
En ese momento, su padre, John Sidney McCain, cumplía tareas militares en Panamá, aún bajo control estadounidense. Vivía con su mujer, Roberta Wright, con quien había formado una familia que entre sus antepasados incluyen a un ayudante de campo del general George Washington y al mismísimo rey Robert the Bruce, quien se batió contra los ingleses en el Medioevo para que Escocia proclamara su independencia.
La vida de su padre influyó notablemente en su paso por la escuela: al menos, fue inscrito en unos 20 colegios y, tras un número similar de mudanzas, recibió el grado de bachiller en un colegio episcopaliano, la religión que profesó, ubicado en el norte del Estado de Virginia, a las afueras de Washington D.C.
Más tarde se entrenó como piloto en Pensacola, Florida, y concluyó su preparación en 1958 en la Academia Naval de Annapolis, cerca de la capital del país.
Seis años después se casó con Carol Shepp, una modelo de Filadelfia, y adoptó a los dos hijos de ella. Posteriormente tuvieron una hija, Sidney, que nació en 1966. La vida en familia duró poco.
En 1967, McCain fue enviado a la guerra de Vietnam, donde sobrevivió milagrosamente al ataque contra el ‘USS Forrestal’, en el que murieron 130 soldados estadounidenses.
La suerte le cambió en cuestión de días. El 26 de octubre, mientras pilotaba un avión en su misión número 23, un misil tierra-aire lanzado por la guerrilla norvietnamita del Vietcong alcanzó de lleno el aparato. McCain se salvó gracias a que pudo oprimir el botón que lo lanzó por los aires.
Con lesiones diversas, fue capturado en el agua por el enemigo y conducido al campamento de Hoa, próximo a Hanoi, donde fue torturado largamente.
Fue en Arizona donde incursionó a la política. Primero llegó a la Cámara en 1983, y después, en 1987, logró un escaño en el Senado luego de que el célebre dirigente republicano Barry Goldwater dejara su curul.
Como senador, formó parte de comités importantes como el de Relaciones Exteriores y Servicios Armados y se conoció por diversas posiciones de centro, más bien alejadas de la derecha tradicional de los republicanos. Por esa razón, fue calificado como “el subversivo”, etiqueta que tuvo que remontar para seguir en la carrera política.
El calificativo provino luego que McCain promovió la legalización de los inmigrantes indocumentados, se opuso a los recortes tributarios impulsados en su momento por el presidente George W. Bush y fue partidario de que las campañas cuenten con financiación oficial.
Sin embargo, su apertura no se hizo presente en el tema de los matrimonios homosexuales.
McCain contendió en dos ocasiones por la presidencia. La primera, en el 2000, cuando perdió con el propio Bush, y más recientemente cuando ante quienes lo veían demasiado mayor, 72 años, para ocupar esa responsabilidad, se hizo acompañar por su madre, de 95, para que vieran la buena madera de la provenía.