Gobierno se dio 12 meses para “derrotar” violencia y pandillas

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Salvador Sánchez Cerén, presidente de la República aseguró este día que las medidas extraordinarias implementadas por su gobierno para combatir a las pandillas podrán “derrotar” la violencia en un plazo de 12 meses.

Sánchez Cerén reafirmó su decisión de no pactar, ni dialogar con las pandillas, como lo hizo el partido que lo llevó al Poder, el Frente Farabundo martí para la Liberación Nacional (FMLN) previo a su elección.

Sánchez Cerén, acompañado de su gabinete de seguridad, afirmó que “hemos dado un viraje en el área de seguridad, pero necesitamos mantenerlo y alargarlo por más tiempo”.

“Es lo que nosotros podemos presentarle al país ahora: una recuperación de la esperanza de que este país ahora va por el camino de derrotar al crimen”, dijo el mandatario al presentar un informe sobre las acciones y la situación de la seguridad a pocos días de cumplir dos años de gobierno.

El gabinete de Seguridad se fijó un plazo de 12 meses para “derrotar” a las pandillas con las “medidas extraordinarias” aplicadas en los últimos 45 días.

El vicepresidente, Óscar Ortiz, aseguró durante la presentación del informe de labores del segundo año de gestión en materia de seguridad, que el combate al crimen es el “reto superior” que tiene el Gobierno.

“Nuestra meta en los próximos 12 meses es parar y revertir la acción criminal, en 12 meses tenemos que tener resultados muy claros y vamos a mostrar que el país, el Estado y Gobierno tienen la capacidad para derrotar la estructura criminal”, dijo.

“Vamos a tener una actuación fuerte” contra las pandillas porque “no podemos seguir tolerando que estos grupos se tomen la atribución de decidir la seguridad a lo largo y ancho del país”, señaló Ortiz.

“Hay que sitiarlos, perseguirlos y doblegarlos, esa es las misión que tenemos en estos próximos 12 meses y para eso el nivel de despliegue y de actuación que estamos teniendo de la Policía y Fuerzas Armadas es en esa dirección”, aseguró Ortiz, advirtiendo mayor represión contra los delincuentes.

El funcionario sentenció que “no podemos permitirnos otra escalada” de violencia como “la que hemos vivido en los últimos años” porque es “demasiado caro para el país”.

Sin embargo, Ortiz aclaró que “Lo que hemos hecho todavía no es suficiente, pero hemos comenzado bien”.

La ofensiva contra las “maras”, o pandillas, se realiza mediante el endurecimiento del régimen carcelario y el despliegue de un escuadrón elite de 1.000 agentes y 300 reservistas del Ejército.

Según el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, durante el segundo año de esta Administración, la “incidencia delincuencial” disminuyó un 2 % y el “índice de victimización” un 1,4 % en comparación con el primer año del actual Gobierno.

Por su parte, Howard Cotto, director de la Policía nacional Civil (PNC), afirmó que el cuerpo de Seguridad ha logrado implantar el modelo de Policía Comunitaria en un 70 % del país y que El Salvador vive “un parámetro de disminución paulatina” en asesinatos.

Esta valoración sobre el comportamiento de las muertes violentas está cimentada en la comparación del registro de los primeros cuatro meses del año, cuando se pasó de 740 en enero a 352 en abril.

Sin embargo, si se comparan los 2.460 asesinatos computados hasta el 9 de mayo de 2016 con los registrados en el mismo lapso de 2015, que es considerado el año más violento de la historia reciente salvadoreña, existe un incremento del 43,18 %.

Cotto también destacó que un total de 199 células de pandillas fueron “impactadas” con el arresto de 2.227 pandilleros, y 41 “bandas del crimen organizado fueron desarticuladas”.

De manera sorpresiva, el vice presidente Ortiz adelantó a periodistas que en “las próximas semanas” serán presentadas una serie de iniciativas de “mano amiga extendida” que darán “oportunidades para los que quieren abandonar” las pandillas, pero se negó a ahondar en el tema.