El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, acompañado de su gabinete de Seguridad, anunció este lunes que estudian una serie de medidas para superar la crisis de seguridad que afecta a todo el territorio nacional.
Las iniciativas que dieron a conocer asemejan una nueva versión de Mano Dura o Súper Mano Dura, que en su momento lanzaron gobiernos de la hoy opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Entre las nuevas medidas destaca la redistribución de policías e incremento de unidades militares en 81 sectores previamente identificados como de alta violencia. El presidente no informó del número de personas que estarían involucradas en la nueva ofensiva antiviolencia.
Además, se aplicarían mayores restricciones a los cabecillas de las pandillas que se encuentran guardando prisión en el sistema penitenciario del país, así como a las comunicaciones que sostienen de manera constante con sus subalternos que se encuentran en la calle.
Asimismo, las autoridades pretenden trasladar a prisión formal unos 5 mil reos que están detenidos en bartolinas policiales, de esta manera podrían liberarse cientos de policías que están asignados a la custodia de reos y así poder redistribuirlos en funciones de seguridad pública.
Sánchez Cerén afirmó que para los efectos, pedirán “medidas extraordinarias” y no un estado de excepción, tal como funcionarios y políticos del FMLN dejaron entrever los últimos días en entrevistas a la prensa y diversos comunicados. La medida de un estado de excepción fue duramente criticada por analistas políticos, población en general y el tejido productivo del país.
El mandatario informó además que la propuesta que será enviada a la Asamblea Legislativa se refiere al sistema carcelario, pero no dio detalles del tipo de medidas que solicitarán. Lo que si advirtió, es que pretenden que, sean cual fueren las medidas que solicitarán, esperan sean aprobadas antes del inicio de las vacaciones de Semana Santa, el próximo domingo.
