El Real Madrid no falla en su estreno en LaLiga y derrota al Athletic

El equipo de Ancelotti apostó por la juventud en San Mamés, se lleva la primera victoria de la temporada

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El Real Madrid no tiene portero titular ni tampoco un nueve de referencia –al menos por ahora– pero sí cuenta con un talento que asusta y mucho y que se llama Jude Bellingham. El centrocampista inglés, de solo 20 años, se agigantó en un escenario de la talla de San Mamés y comandó el triunfo de los blancos en el estreno liguero ante el Athletic (0-2).

Dos chispazos de Rodrygo y el propio Bellingham en la primera mitad fueron suficientes para sellar una victoria tan valiosa como agridulce. Y es que la noche del Madrid se torció, y de qué manera, cuando Militao se retiró entre lágrimas después de un gesto muy feo en la rodilla izquierda. “No tiene buena pinta”, reconoció tras el partido Ancelotti. Todo apunta a un fuerte esguince, aunque el técnico ni siquiera descartó una rotura del ligamento anterior, la misma lesión que se le diagnosticó a Courtois y que significaría decir adiós a la temporada. La avería sería importante.

La noche se antojaba tremendamente complicada para los blancos por muchas cosas, desde el rival al escenario pasando por la traumática lesión del belga. A la espera de Kepa Arrizabalaga, el escogido para suplir a Courtois, Ancelotti recurrió a Lunin para formar en un once que confirmó la apuesta por el 4-4-2 en diamante como nuevo sistema y también que los jóvenes toman el mando. Tchouameni, Camavinga, Valverde y Bellingham ocuparon un centro del campo en el que por primera vez en mucho tiempo no había rastro ni de Kroos ni de Modric, suplentes en La Catedral. Arriba, Vinicius y Rodrygo como punta de lanza de un Madrid que promete vértigo rock and roll.

El duelo comenzó intenso, casi vibrante, con un San Mamés encendido y un Madrid que buscaba ejercer una presión alta. Con Bellingham en la mediapunta y Valverde y Camavinga reforzando los costados, conseguían recuperar rápido los blancos ante un Athletic algo apático y con poco colmillo. Tanto que al Madrid le bastó con un fogonazo de Rodrygo para adelantarse poco antes de la media hora. El brasileño fusiló ante un Unai Simón tras un despiste de Lekue.

El internacional español le negó poco después el gol a Alaba en un cabezazo e hizo lo propio con un intermitente Vinicius en su mejor acción de la noche. El extremo, ahora delantero, burló a dos defensores rojiblancos pero se topó con un Unai que no pudo evitar el tanto de Bellingham en la acción posterior. El inglés remató de primeras y con toda la intención un córner y casi sin despeinarse y en menos de diez minutos el Madrid ya había abrochado sus primeros tres puntos del campeonato. Fueron los peores minutos del Athletic y los mejores de los de Ancelotti, con un Bellingham dominador que dejó muestras de todas sus virtudes en San Mamés: despliegue, físico, llegada, asociación, técnica…

Las lágrimas de Militao

Ernesto Valverde intentó agitar la coctelera en busca de una reacción de su equipo e introdujo hasta tres cambios en el descanso. Ni con esas. No hubo manera de que se enchufase el Athletic en una noche que se torció para el Madrid en el minuto 50. Militao encimaba a Sancet cuando un resbalón en su pierna de apoyo, la izquierda, le obligó a realizar un mal gesto en su rodilla.

Eder Militao se retira lesionado y entre lágrimas de San Mamés. GETTYEder Militao se retira lesionado y entre lágrimas de San Mamés. GETTY

Rápidamente todo el mundo se percató de que la acción no tenía buena pinta. El central brasileño, pilar del equipo blanco en las últimas temporadas, se retiró entre sus lágrimas y los aplausos del público de San Mamés. La voz y el semblante de Ancelotti en la conferencia posterior al partido no auguran nada bueno. A partir de ahí, poco le importó el partido a un Madrid que no sufrió en ningún momento y que tuvo alguna que otra opción para ampliar su renta.

Hubo tiempo para ver a Kroos y Modric y también para que debutase oficialmente Joselu. Y poco más. Se impuso sin sobreesfuerzos un Madrid repleto de jóvenes bajo la dirección de Bellingham en una noche que le puede costar muy cara si se confirman los peores pronósticos con Militao. Suspira Ancelotti y no es precisamente de alivio.