Cientos de migrantes centroamericanos intentaron el domingo ingresar por la fuerza a Estados Unidos desde el lado mexicano. En medio de empujones y con mujeres que llevaban incluso a sus niños en brazos, gran parte de la caravana trató de saltar la valla fronteriza en Tijuana. Otros, en tanto, rompieron el cerco policial en la garita de El Chaparral.
Minutos antes de las 10:00 de la mañana un numeroso grupo de migrantes que se encontraban durmiendo en la Unidad Deportiva Benito Juárez comenzó su marcha hacia las invenciones de la garita de El chaparral con la intención de manifestarse de forma pacífica para exigir a las autoridades se agilice el proceso de solicitud de asilo político.
Decenas de hombres mujeres y niños caminaron a lo largo de la zona centro hacia las inmediaciones de la entrada del cruce peatonal oeste en la Colonia Federal.
Con banderas pintadas a mano por los propios migrantes marcharon en solicitud a las autoridades norteamericanas permitirles Ingresar a suelo norteamericano.
Ante esta situación, las fuerzas de seguridad norteamericanas respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud.
Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación de México, aseguró que los migrantes que intentaron irrumpir de manera violenta a Estados Unidos “serán deportados”.
“El Instituto Nacional de Migración va a proceder a deportar a los que intentaron ingresar violentamente; lejos de ayudar, es perjudicar porque se vuelven actos de provocación. Habrá deportados, serán la gente que hemos identificado como personas violentas que irrumpieron el orden legal mexicano”, advirtió el funcionario, en diálogo con Milenio Televisión.
Por su parte, descartó que se hayan registrado heridos tras la respuesta de las fuerzas de seguridad norteamericanas.
“Tenemos certeza de que no hay heridos por arma de fuego; no hay heridos de bala en este momento y mucho menos ante un intento violento de irrumpir”, indicó.
Al menos 500 migrantes participaron de la caravana para ingresar por la fuerza a Estados Unidos.
Esto ocurrió cuando un grupo de migrantes trepó la primera valla fronteriza que divide ambos países y recibió los gases de la patrulla fronteriza, lo que obligó a la mayoría a replegarse.
Pese a sus intentos, hasta el momento ningún miembro de la caravana, conformada por hombres, mujeres y niños, habría logrado en ningún caso pisar terreno estadounidense.
Este continente pertenecía a un grupo inicial que hoy, en una marcha en un principio pacífica, buscaba llegar a la garita.
Este mismo contingente rompió luego filas y empezó a correr con rumbo al Canal del Río Tijuana, muy cercano a la garita de San Ysidro, tomando por sorpresa a los agentes federales.
En pocos minutos llegaron al área de El Chaparral, donde había poca presencia de las fuerzas de seguridad. Después de correr algunos kilómetros alcanzaron la puerta fronteriza y las instalaciones mexicanas de Aduanas, donde normalmente hay efectivos de la policía.
Muchos de ellos al parecer ya se dispersaron de este punto de entrada a territorio estadounidense, pero estarían buscando otros puntos por donde acceder.
Esta mañana aproximadamente 300 migrantes centroamericanos marcharon rumbo al puerto fronterizo de El Chaparral, pero fueron contenidos por policías federales mexicanos en un puente previo a la garita.
Otro grupo intentó subir por el muro fronterizo, al extremo noreste de la garita San Ysidro, detrás de la línea ferroviaria, pero autoridades de Estados Unidos lanzaron gases lacrimógenos, reportó la prensa local.
Ante la respuesta, los migrantes echaron a correr, pero se mantuvieron cerca del muro, donde afirmaron que desean pasar pacíficamente.
“Mr. Trump, help us please” y “Mis derechos no tienen fronteras” son algunas de las pancartas que mostraban los migrantes en su marcha, en la que participaron niños y mujeres.
Las manifestantes, integrantes del refugio Unidad Deportiva Benito Juárez, salieron al filo de las 10 de la mañana y su propósito era llegar a la explanada del puerto fronterizo, como lo hicieron el pasado 22 de noviembre.
En Tijuana hay alrededor de 8.000 migrantes, de los cuales 6.000 pertenecen a la caravana y el resto ya esperaba turno para solicitar asilo en la frontera.
Con información de AFP y EFE