Acusaciones contra funcionarios de Bukele atentan contra principio de inocencia

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Por Eduardo Vázquez Becker.- Este día se hará público el documento conocido como “la lista de Normas Torres” en la que figuran acusaciones contra, por lo menos, cincuenta funcionarios pertenecientes a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador, a los que se califica de “corruptos” y de estar supuestamente vinculados con el narcotráfico-

El reporte también señala que el Departamento de Estado, en cooperación con el Departamento del Tesoro, han trabajado “vigorosamente” para investigar e imponer sanciones de conformidad con la Orden Ejecutiva que se basa en la Ley Global de Responsabilidad de los Derechos Humanos de Magnitsky, incluso con respecto a los Oficiales en el Triángulo del Norte y en todo el mundo”

Por el momento se sabe de por lo menos 85 personas de El Salvador, Guatemala y Honduras sospechosas de corrupción a las que el Departamento de Estado revocó las visas entre enero y abril de 2019, sin esperar que estos fueran oídos y vencidos en juicio tal como establecen las leyes salvadoreñas.

En un adelanto, la agencia Prensa Asociada (AP) publicó un fragmento del documento pero advirtió que éste le fue filtrado por un supuesto empleado demócrata del Congreso, ya que el documento oficial no ha sido publicado aún aunque se espera que lo esté en las próximas horas.

En el “fragmento” publicado por la AP se incluye a 27 funcionarios guatemaltecos y a cinco influyentes colaboradores del presidente Bukele, entre ellos la de la jefe del gabinete Carla Recinos. En el caso de la Señora Recinos, el informe la cita pero no ofrece ningún detalle que avale sus afirmaciones.

La AP establece la posibilidad de que la aparición de la lista de cinco funcionarios supuestamente corruptos agrave las tensiones del mandatario salvadoreño con los Estados Unidos que resiente de Bukele la destitución de varios jueces de la Corte Suprema de Justicia y del fiscal general de El Salvador.

Estados Unidos ha hecho de reforzar la democracia uno de los pilares de su estrategia en América Central, y afirma que la corrupción rampante es una de las causas de la inmigración irregular.

La lista de los cinco funcionarios salvadoreños tiene consigo un elemento ambiguo que no dice nada: “se cree que participaron en actos significativos de corrupción”, lo que podría considerarse como una violación al Principio de Presunción de Inocencia tutelado en la legislación nacional e internacional. Al parecer, ninguno de los salvadoreños ha sido acusado o sancionado en Estados Unidos, y su inclusión en la lista no parecía tener consecuencias legales inmediatas.

Las relaciones entre el gobierno de Biden y el de Bukele, se han tensionado aún más, desde que Bukele respondió a las “preocupaciones” de la Casa Blanca asegurando que las medidas gubernamentales y las decisiones legislativas “son irreversibles”

El funcionario más destacado de la lista es la jefa de gabinete de Bukele, Carolina Recinos, que ha trabajado con el presidente desde que entró en política como alcalde de Nuevo Cuscatlán y después de San Salvador, es considerada como “objetivo” de su antiguo partido, el Farabundo Martí, considerado como uno de los mayores suministrantes de información a las fuentes de inteligencia de los Estados Unidos.

Bukele, respondió al reporte con ironía y sarcasmo a los Estados Unidos, asegurando estar “sorprendido” porque tras revisar sus archivos, los “amigos” de El Salvador no hubieran podido encontrar un caso de corrupción en el partido conservador ARENA, un blanco frecuente de sus críticas. “Creen que todos son santos”, escribió en Twitter. “Por eso es que insisten que los regresemos al poder, por santos”.

Analistas independientes han comenzado a utilizar el símil de Irak para deslegitimar el Informe del Departamento de Estado, así como las listas de Norma Torres y del congresista Engel. En abril de hace quince años, soldados estadounidenses derribaron la estatua de Saddam Hussein en Bagdad y a quien acusaban poseer armamento biológico para destruir al mundo.

Hoy es innegable que la Guerra de Irak se basó en mentiras, mató a cientos de miles y dejó al Medio Oriente sumido en el caos. Su mensaje principal era que el hombre fuerte de Bagdad, Saddam Hussein, poseía armas biológicas y químicas de destrucción masiva cosa que nunca pudieron demostrar- Acusar es fácil; difícil es probar.