Al menos 17 millones de personas son amenazadas por ‘El Niño’ en América Central y África

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Alrededor de 20.000 muertos, millones de personas malnutridas, pérdidas económicas de más de 34.000 millones de dólares… Cifras gruesas para describir el desastre humanitario causado por ‘El Niño’ en 1997, cuando fue especialmente intenso. Ahora, 20 años después, este fenómeno meteorológico amenaza con sequías e inundaciones a África y América Central. Unos 17 millones de personas están en riesgo de pasar hambre.

Los expertos prevén que el desarrollo de ‘El Niño’ en esta ocasión sea el peor en las últimas tres décadas. Y desde las agencias humanitarias advierten de que hay que tomar medidas urgentes antes de que sea demasiado tarde.

América Central y el Pacífico

En el caso de América Latina países como Honduras, Guatemala, El Salvador y Haití son particularmente vulnerables porque las lluvias que registraron entre marzo y septiembre del año pasado, por debajo del promedio, provocaron pérdidas de cosechas y aumentaron la necesidad de ayuda alimentaria. La ONU calcula que unos 2,3 millones de personas podrían necesitar asistencia.

La región del Pacífico, en tanto, Fidji, Vanuatu, Islas Salomón y Papúa Nueva Guinea también serán zonas perjudicadas.

“Los efectos son devastadores sobre la agricultura por inundaciones, corrimientos de tierras sequías e incendios forestales a causa de estas”, señala la ONU.

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El sur y el este de África

En África, el fenómeno amenaza a 14 millones de personas que, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, están en riesgo de pasar hambre. Zambia, Malaui, Madagascar y Zimbabue son algunos de los casos más preocupantes. Están en los países del mundo con cifras más altas de malnutrición crónica, por lo que los efectos de esta sequía pueden ser devastadores para la población, especialmente la infantil. En 2015 ya registraron los niveles más bajos de lluvia de la zona, lo que afectó gravemente al cultivo de cereales. Y la sequía amenaza con prolongarse en los próximos meses.

“Zambia es uno de los graneros de la región y lo que está pasando allí es motivo de gran preocupación no solo para Zambia sino para todos los países de la zona”, ha declarado la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin.

Estas dificultades para la agricultura han provocado fuertes subidas de los precios de los alimentos en la zona. El precio del maíz -alimento de base en la región- en Malaui se ha incrementado en un 73 % respecto del precio medio de los últimos tres años.

“Estoy especialmente preocupada por los pequeños agricultores, que no podrán cosechar lo suficiente para alimentar a sus propias familias a lo largo del año, y ya no digamos para vender lo poco que puedan, para así cubrir los gastos de la matrícula escolar o de otras necesidades de sus hogares”, ha señalado Cousin.

El caos climático: de sequías a inundaciones

Otro de los países gravemente afectados es el pequeño reino de Lesotho, enclavado en el corazón de Sudáfrica, donde el Gobierno ha declarado el estado de emergencia por la sequía y unas 650.000 personas (un tercio de la población) no tienen acceso ya a los alimentos necesarios. Por eso es de esperar grandes desplazamientos de personas tanto en el sur del continente como en el Cuerno de África, donde deben estar preparados tanto para sequías como para inundaciones.

En Kenia, las inundaciones habían dejado a finales de 2015 más de 100 muertos y 70.000 desplazados, una cifra que se incrementará a medida que pasen los meses. Son los conocidos como refugiados climáticos, migrantes forzosos que no tienen derecho a asilo reconocido legalmente.

Uganda, Somalia y Etiopía sufrirán sobre todo sequías extremas con algunos períodos de lluvias torrenciales. La escasez de lluvia ya está haciendo mella en la población, especialmente entre los menores.

“El número de casos de desnutrición aguda y severa en niños ha aumentado significativamente en Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Kenia y esta tendencia es probable que persista en los próximos meses”, ha dicho Pete Manfield, el representante de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en el este de África.

Además de la falta de alimentos, ‘El Niño’ incide en el incremento de la malaria, diarrea y cólera, enfermedades que pueden ser mortales.