The New York Times pide la destitución de Blatter y que Qatar no sea sede del Mundial

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Un un duro editorial, el diario pide la salida “inmediata” del presidente de la FIFA. Denunció además el “trato atroz” que Qatar da a los trabajadores que trabajan en las obras del Mundial.

En un movimiento repentino y sorprendente, el Departamento de Justicia estadounidense acusó a 14 funcionarios de fútbol y ejecutivos de marketing deportivo por una “rampante, sistémica y arraigada” corrupción.

Siete fueron detenidos de inmediato por las autoridades suizas en Zurich, donde la FIFA está empezando su asamblea general anual. Al mismo tiempo, los fiscales suizos anunciaron su propia investigación sobre la adjudicación de los Mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Qatar respectivamente.

Como siempre lo ha hecho cuando se enfrenta a acusaciones o evidencias de corrupción, la FIFA declaró que las investigaciones “eran buenas” para la organización y que estaba “cooperando”.

Blatter, de 79 años de edad, ciudadano suizo que dirige la FIFA desde 1998, no vio ninguna razón para no postularse para un quinto mandato el viernes y no mostró ninguna intención de revisar la elección de Rusia y Qatar como sedes mundialistas.

Esas selecciones de inmediato levantaron sospechas de juego sucio cuando se dieron a conocer en diciembre de 2010, y la controversia se profundizó con los informes sobre el “trato atroz” que recibieron los trabajadores que están al frente de las labores de la Copa del Mundo en el calor agobiante de Qatar.

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Cientos de trabajadores inmigrantes, muchos de Nepal y otros países del sur de Asia, han muerto en condiciones que han violado las leyes internacionales del trabajo y derechos humanos.

La sorpresa del día fue no sólo las detenciones y las investigaciones, sino también que Washington tomaría tal acción agresiva contra los funcionarios de un deporte que es notablemente menos popular en los Estados Unidos que en otras partes del mundo.

De hecho, las acusaciones estadounidenses eran en gran parte fruto de una investigación sobre soborno a gran escala y sobornos en la propia organización de los torneos de la Concacaf, que tiene su sede en Miami.

La otra conexión americana, dice el editorial del Times, es Michael García, un ex fiscal federal que investiga el proceso de licitación de los torneos de 2018 y 2022. El informe de 450 páginas que presentó el año pasado fue dejado de lado por la FIFA pero no por las autoridades suizas y la oficina del fiscal federal en Brooklyn, que hasta hace poco fue encabezada por Loretta Lynch, la nueva fiscal general de Estados Unidos.

Las acciones legales anunciadas el miércoles son sólo el comienzo de lo que serán procedimientos largos. Sin embargo, no habrá que esperar “una limpieza a fondo” en la FIFA. Durante años, los críticos han atacado lo que se llama el mundo “impenetrable” de la FIFA, que tuvo ingresos de u$s5.700 millones entre 2011 y 2014; y opera en gran parte a puertas cerradas. Numerosas denuncias han sido hechas, pero no hubo reformas de ningún tipo.

Un primer paso es la destitución inmediata del señor Blatter y la reestructuración de la FIFA. La selección de Rusia y Qatar debe estar sujeta a un riguroso proceso de reexamen. La adjudicación de la copa en el país asiático debe ser quitada por las pésimas condiciones de los trabajadores extranjeros.