Suspenden sesión plenaria para autorizar $2.000 millones que pide el gobierno para el coronavirus

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“Ya no podemos seguir en este juego, serán ellos los responsables… Creo que el jueves en una plenaria normal van a ver si toman la decisión de dictamen que solamente ellos quieren sacar, como ellos lo quieren sacar, ¡No´mbre! Ellos quieren tener procesos normales en estos momentos que no son normales, señores, así es que ¡qué Dios los ilumine a ellos, qué Dios los perdone!”,

Esas fueron las palabras del secretario privado de la presidencia luego que el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, dejara sin efecto la convocatoria para sesión plenaria donde se discutiría la autorización para emitir bonos y letes hasta por $2.000 millones de dólares, que el gobierno dice necesitar para enfrentar los efectos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia del coronavirus en el país. A raíz de lo anterior, la plenaria extraordinaria en la que se iba a aprobar la suscripción de la deuda se suspendió.

El secretario privado de la Presidencia, Ernesto Castro, condenó el actuar del bloque Arena-FMLN-PDC, acusó al diputado pedecista, Rodolfo Parker, de estar “dictando” un dictamen con condiciones diferentes a las que habían acordado ayer por la tarde en la comisión de hacienda. 

Por su parte, Arena introdujo en las negociaciones que se venían sosteniendo un punto de honor para aprobar la autorización y que consiste en la creación de un comité ejecutor conformado por representantes del Gobierno, de COMURES, de la Cámara de Comercio, de la ANEP, de FUSADES, de la UCA y de la ESEN, para administrar los dos mil millones. Según Arena solo así podrán velar la ejecución adecuada de los fondos.   

El secretario privado de la presidencia dejó entrever que el gobierno dejará de insistir en que se apruebe el dictamen de la Comisión de Hacienda y que dejarán que se apruebe tal como lo propone Parker y los partidos de oposición.

Luego que el grupo gubernamental se retiró de la Asamblea Legislativa en el ambiente del primer poder de Estado parecían resonar las palabras del secretario privado de la presidencia, Ernesto Castro: ¡qué Dios los ilumine a ellos, qué Dios los perdone!”,