Una mujer de 80 años en París (Francia) recibió el primer implante de prótesis en el hombro haciendo uso de un casco de realidad aumentada. Este dispositivo permitió la visualización a gran detalle del esqueleto y tendones de la paciente, según explicaron los médicos.
Equipado con un casco especial de la compañía estadounidense Microsoft, Thomas Grégory, jefe del servicio de cirugía ortopédica y traumatología del hospital Avicenne de Bobigny, logró una precisión casi milimétrica gracias a una serie de radiografías y ecografías efectuadas antes de la operación. “Era como si el hombro de la paciente me llegara hasta los ojos”, afirmó Grégory.
El casco permite el uso de hologramas que representan diferentes partes del cuerpo del paciente. Incluso puede determinar el grosor exacto de los tejidos o el lugar concreto de los órganos cercanos, que en una operación normal no se hacen visibles y que, en ocasiones, pueden ser afectados. Además, el médico tiene la posibilidad de consultar el expediente médico de forma directa e incluso pedir consejo a colegas que siguen en directo la intervención.
Esta tecnología podría contribuir a mejorar la precisión en determinadas intervenciones quirúrgicas. Una ventaja que sería importante en operaciones delicadas como los implantes de prótesis.
Los responsables del experimento afirmaron también que de esta manera se reducirían al mínimo los riesgos de infección.”Permitirá estandarizar este tipo de operaciones”, indicó Grégory, quien agregó que cuando se generalice su uso “será como pasar de pilotear los aviones en la era de Saint-Exupery a los actuales vuelos en línea”.