Rector de la UCA cree que “Indiferencia” del Gobierno alimenta la violencia

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El jesuita español Andreu Oliva, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), cree que la violencia en El Salvador crece debido a la “indiferencia” del Gobierno y de grupos de poder que no se sienten directamente afectados por la situación que atraviesa el país.

Oliva otorgó una entrevista a la agencia española de noticias, Efe, en la que defendió la prevención como la vía para enfrentar la violencia, no la represión que está impulsando el Ejecutivo.

De acuerdo al jesuita, la realidad de país es una realidad compleja y se debe impedir que sigan creciendo las filas de las peligrosas maras.

Las autoridades atribuyen a esos grupos la mayor responsabilidad por más de 2.000 asesinatos en los tres primeros meses de este año.

Ante el rechazo popular y las demandas de la sociedad civil por el crimen de 11 trabajadores en marzo pasado, el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén anunció la puesta en marcha de medidas extraordinarias, las primeras dirigidas a evitar que los “mareros” presos sigan, desde la cárcel, ordenado crímenes y extorsiones.

“Siempre hay una serie de explosiones de opiniones cuando ocurren casos que son muy llamativos, como la masacre de 11 salvadoreños en localidad de San Juan Opico el 3 de marzo; en esos momentos salen las nuevas medidas (oficiales contra el crimen y la violencia) pero en general hay mucha indiferencia” de parte de las autoridades, afirmó el jesuita a Efe.

“La situación de violencia es crítica y tiene niveles altos, no solamente por los homicidios, que siempre es el número duro, sino por todas las condiciones a las que está sometida la población, como las extorsiones y el control de los barrios de parte de las pandillas”, resaltó el jesuita.

Una de las cuestiones que según el jesuita debe modificarse en las políticas de Seguridad del Gobierno es la idea persistente de que a las pandillas se les debe de enfrentar a través de acciones represivas y no por medio de la prevención.

“Se debe de buscar cómo transformar a los barrios marginados, de donde salen los pandilleros, mejorar las situaciones sociales y económicas de estas familias para que se incorporen de lleno a la sociedad y que no sigan alimentando a las estructuras del crimen”, argumenta el rector universitario en la entrevista.

El rector de la UCA considera la posibilidad de rehabilitación de muchos de los delincuentes juveniles. “No es lo mismo un pandillero que ha cometido un crimen, al que solo cobra extorsiones o aquel que aún tiene algún vínculo con su barrio. A ellos es mucho más fácil reinsertarlos en la sociedad, que aquellos que tienen una historia larga de homicidios”.

Lo más importante en el tema de la prevención es que los “jóvenes no sigan incorporándose a las pandillas”, que están creciendo constantemente y reclutan hasta niños, “quienes deben de contar con el apoyo de sus familias y comunidades para evitar está situación”, acotó el jesuita.