Recrudece violencia. Escobar Alas pide a gobierno revisar Plan El Salvador Seguro

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Preocupado por los más recientes asesinatos de policías y soldados, el Arzobispo de San Salvador. José Luis Escobar Alas, pidió el domingo al gobierno que revise su Plan El Salvador Seguro.

“El hecho de que estén muriendo policías y militares, tomando en cuenta que todas las vidas son valiosas, es preocupante porque están asesinando a las autoridades que brindan seguridad a la población altamente vulnerada por la violencia”, dijo el jefe de la grey salvadoreña en su homilía dominical.

Solo en lo que va del año han sido asesinados 62 agentes de seguridad entre policías y soldados mientras unos 500 supuestos pandilleros de las distintas organizaciones existentes en el país.

Las autoridades del ministerio de Justicia y Seguridad Pública aseguran que las cifras de muertos, así como los cada vez más frecuentes enfrentamientos armados entre pandilleros y agentes de la policía, son resultado de las acciones antiterroristas que lleva a cabo el gobierno a través de comandos y batallones especializados especiales para el combate del crimen.

Este fin de semana fueron reportados unos 25 pandilleros que murieron al ser descubiertos por la inteligencia de la PNC en distintos lugares del país.

Después de una persecución a delincuentes, las autoridades aseguraron que los pandilleros, al ser descubiertos, atacaron con armas largas y cortas a los miembros de la policía y soldados con el resultado que se ha mencionado.

La pasada semana se conoció de una alerta de las autoridades a fiscales, policías, jueces y custodios sobre una amenaza de las pandillas de que serían asesinados.

Además de los pandilleros muertos, las autoridades informaron que un soldado del Ejército fue asesinado en el departamento de Santa Ana mientras visitaba a su madre. El militar había sido amenazado con que lo matarían en la zona de su domicilio.

El Gobierno ha dado instrucciones a todo el sistema de seguridad y justicia para que tomen medidas de protección para evitar muertos y heridos por acciones de los grupos delincuenciales. Las órdenes también son de desarticular a las maras y arrebatarles los territorios donde mantienen el control.