Querellantes mantienen sus actividades contra el expresidente Flores

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Loyda Robles, de FESPAD.

El expresidente Francisco Flores tiene un daño neurológico irreversible tras sufrir un derrame cerebral y sus posibilidades de vida son mínimas, tuvieron que reconocer los abogados querellantes, que dijeron tener conocimiento de un informe de un grupo de médicos del Hospital Nacional Rosales.

Flores, de 56 años, fue trasladado de emergencia el pasado domingo a un hospital privado donde fue dos veces operado para desbloquear la artería obstruida y cayó en coma. El expresidente se encontraba en arresto domiciliario por un proceso judicial que ha sido ampliamente politizado por el oficialismo y grupos de izquierda del país.

“Efectivamente pudimos constatar por el informe que emiten los médicos del Hospital Rosales que las posibilidades de vida de él son mínimas y que tiene daño neurológico irreversible, y que además es un daño cerebral extenso”, dijo a periodistas la abogada Loyda Robles, de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), una de las organizaciones querellantes en el juicio contra Flores.

Robles aceptó que en caso eventual que el expresidente muera, “allí se extingue la responsabilidad penal, entonces a la Fiscalía le corresponde cesar el seguimiento contra el señor Flores porque se extingue la responsabilidad penal”, dijo.

Los querellantes han insistido mezquinamente en que se incluya el delito de lavado de dinero porque, según ellos, si Flores muere y la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia establece que debe incluirse el delito de lavado de dinero, podrían mantener su cacería política contra otras personas más allá del exmandatario.

Los querellantes, que pertenecen a la izquierda más recalcitrante del país, pretenden procesar por lavado de dinero a todas las personas naturales o jurídicas que han sido mencionadas dentro del proceso, entre ellos algunos miembros del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), su principal contrario político.

Peritos forenses del estatal Instituto de Medicina Legal también verificaron la condición del exmandatario y confirmaron que su estado de salud es crítico, por lo que recomendaron que continuara recibiendo cuidados médicos especializados. Los querellantes insistían en mover al expresidente a un hospital de la red pública del país.