Hay una nueva emoción en las calles del centro de Las Vegas, donde tanto los grandes apostadores como los que juegan poco se están subiendo a lo que las autoridades llaman el primer transporte eléctrico sin conductor en una calle pública estadounidense.
El minibús en forma de óvalo comenzó a operar el martes como parte de un programa piloto de 10 días, en el que transportó hasta a 12 pasajeros gratuitamente a lo largo de un tramo corto del distrito de entretenimiento de la calle Freemont Street East.
El vehículo tiene un operador de guardia y un monitor de cómputo, pero carece de volante y pedales de freno. Los pasajeros aprietan un botón en una parada especial para abordarlo. Usa el sistema de posicionamiento global, sensores electrónicos con el fin de detectar la orilla de la calle y otros aditamentos tecnológicos, y no requiere de las líneas en los carriles para avanzar correctamente por las vialidades.
“El viaje fue suave. Es limpio y silencioso y los asientos son cómodos”, dijo la alcaldesa Carolyn Goodman, uno de los primeros funcionarios públicos en subirse al vehículo desarrollado por la compañía francesa Navya y llamado Arma.
“Veo un enorme futuro para él una vez que sincronicen la tecnología”, afirmó Goodman el viernes.
Los vehículos tienen un alcance de unos 144 kilómetros (90 millas) por cada carga eléctrica y requieren de cinco a ocho horas para recargarse.
La velocidad máxima del minibús es de 40 kilómetros por hora (25 millas por hora), pero durante la fase de prueba está desplazándose a unos 24 kph (15 mph), dijo Martin Higgins, portavoz de Navya.
“Si una persona o un perro pasaran corriendo frente a él, se detendría”, agregó.
La empresa dice que tiene minibuses en uso en Francia, Australia, Suiza y otros países que han transportado más de 100.000 pasajeros en más de un año de servicio.