Nutella y la polémica por uno de sus ingredientes que podría ser cancerígeno

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Ferrero Group, fabricante de Nutella, quedó envuelto en una polémica en Europa luego de que emitiera un comunicado en el cual defendía las propiedades del aceite de palma, uno de los ingredientes que lleva su popular crema de avellanas y chocolate.

La defensa se produjo luego de que Europa declarara que el aceite de palma —cuya industria mueve 44 mil millones de dólares al año— podría ser cancerígeno en su versión comestible. De inmediato, Ferrero salió en defensa de este ingrediente y de la seguridad que representa la ingesta de Nutella, su producto bandera y que representa una quinta parte de sus ganancias.

Este tipo de aceite es utilizado en Nutella para lograr su textura suave y sus propiedades de conservación. La supresión de este ingrediente podría representar un cambio absoluto en la marca italiana de comida más conocida a nivel mundial.

“Hacer Nutella sin aceite de palma produciría un efecto inferior al producto, sería un paso atrás”, indicó Vincenzo Tapella, gerente de Compras de Ferrero, a la agencia de noticias Reuters. Pero no sólo tendría consecuencias directas sobre la crema de avellanas y cacao, sino también en las finanzas de la compañía.

La diferencia en el costo de la tonelada de aceite de palma respecto de su posible sustituto, el aceite de girasol, es muy amplia. Mientras que el ingrediente sospechado de ser cancerígeno tiene un costo de 800 dólares, su reemplazo alcanza los 920 dólares por tonelada. Anualmente se requieren 185 mil toneladas para producir todos los tarros de Nutella en el mundo.

La Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA, por sus siglas en inglés) había comunicado en mayo pasado que el aceite de palma era un contaminante potencial para el organismo y que podría provocar algún tipo de cáncer si fuera refinado a más de 200 grados Celsius. Sin embargo, no recomendó dejar de consumirlo y aclaró que se necesitarían más estudios para determinar el nivel del riesgo que representa.

A este alerta también se sumaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Alimentos y Agricultura, instituciones que tampoco recomendaron la prohibición de su uso.

Las altas temperaturas son para sacar el característico color rojo del aceite y neutralizar su olor. En su explicación, Ferrero indicó que realiza otro proceso industrial por el cual la producción de su ingrediente se realiza por debajo de los 200 grados, lo cual no implicaría un riesgo para la salud. Esta elaboración le agrega un costo de un 20 por ciento a su aceite final, añadió la empresa. “Es procesado a temperaturas controladas”, manifestó Tapella.