El alto mando y 12 ministros de Defensa del Continente analizan en San Salvador estrategias para enfrentar las amenazas a la seguridad el crimen organizado y pandillas.
La Conferencia de Seguridad de Centroamérica, Censtec, se realiza cada año y esta vez los anfitriones son El Salvador y el Comando Sur de Estados Unidos.
Durante las conferencias se abordarán temas sobre las amenazas interconectadas que impactan la seguridad regional, avances en esfuerzos para compartir información, iniciativas conjuntas e intervenciones, así como el apoyo a misiones de ayuda en respuesta a desastres y amenazas cibernéticas.
En su discurso inaugural, el ministro de la Defensa, David Munguía Payés, dijo que «el origen de nuestras amenazas es multicausal y de alcance multidimensional», y que por lo tanto demanda respuestas múltiples y en bloque.
Entre las causas mencionadas se identificaron el lavado de dinero, las pandillas, tráfico de armas y de drogas, asegurando que estas son las peores amenazas para la seguridad.
La realidad del crimen multinacional demanda redefinición de su globalización del crimen y como enfrentarlo, dijo el ministro.
De acuerdo a Munguía Payés, en muchos casos la criminalidad regional «Rebasa la capacidad de los países y de ahí la necesidad de actuar desde ámbito multilateral».
Munguía Payés agregó que para encontrar estrategias de combate al crimen es necesario tener mejores relaciones de cooperación y de intercambio entre países aliados.
Los ministros de Defensa y estados mayores de Centroamérica y México son los principales participantes de la Conferencia y participan pares de países de Suramérica como observadores.
El comandante del Comando Sur, Kurt W. Tidd, la embajadora Jean Manes y Munguia Payés , presidieron reunión que se desarrollará en el país durante dos días.