Maras presumen de que los asesinatos bajan a ‘solo’ 17 en tres días

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Imagen de archivo web

“Si Kafka fuera salvadoreño, sería un escritor costumbrista”, comentaba hace años un veterano periodista para describir la permanente agitación de El Salvador. Estos días se ve confirmada la frase con un sorprendente mensaje a través de vídeos que han dado a conocer los portavoces de las temibles pandillas, más conocidas como ‘maras’. Ellas son la principal causa de que El Salvador se haya convertido en el país más violento del mundo, con 6.657 muertos en en 2015.

En el primero, emitido el pasado domingo, representantes de la Mara Savatrucha (MS-13) y de las dos facciones de la Mara 18, Sureños y Revolucionarios, tantas veces enemigas entre sí, aparecían unidos para mostrar su rechazo a la violencia. Esa violencia que sólo en los dos primeros meses de 2016 ha contabilizado 1.380 víctimas. La cifra de muertes, descomunal para cualquier país, lo es mucho más para uno de los más pequeños del mundo, con una extensión similar a Badajoz y con una población como la de la provincia de Madrid.

“Aclaramos al pueblo que el diálogo entre las pandillas va a ser prolongado”, afirman los ‘mareros’ como muestra de buena voluntad. Solicitan la intermediación de las iglesias de las distintas confesiones cristianas, para que se unan a un nuevo proceso de paz. “ Sabemos que no somos unos angelitos, pero si somos parte del problema también somos parte de la solución”, advierten.

“No estamos asesinando… por ahora”

Ante las medidas extraordinarias que estaba estudiando el ejecutivo, entre ellas decretar el estado de sitio y militarizar las zonas del país más conflictivas, las ‘maras’ ha querido dar un golpe de efecto ante la opinión pública e hicieron un llamado a sus miembros a no matar a nadie. “No estamos cometiendo asesinatos… por el momento”, dicen los encapuchados, que piden seguir “dando vida al pueblo salvadoreño, porque es quien está pagando todo esto, nuestra gente pobre. Cuando un pobre muere, un rico llora porque ya no tiene a quien exprimir”. Según los pandilleros, ellos están demostrando que tienen “poder, capacidad y buena voluntad, y el pueblo lo está viviendo. Se ha derramado demasiada sangre, y tal vez sin causa alguna”.

Los ‘mareros’ presumen del éxito de los tres días de de paz y proponen un alargamiento indefinido de la tregua. El principal argumento que exhiben las maras consiste en la notable reducción de homicidios registrados en las 72 horas: ‘sólo’ 17, cuando la media en enero y febrero superaba las 23 víctimas por día.

Según el periódico digital El Faro, especializado en información sobre maras, maneja unas cifras parecidas: el promedio de asesinatos de los 25 primeros días de marzo era de 22,8 muertos por día. En las últimas jornadas del mes, una vez iniciada la tregua, la cifra se redujo a menos de la mitad: 9,3.

Amenaza a los políticos

“Venimos ante el pueblo en general para demostrar que hemos cumplido. Se ha visto la baja. Las estadísticas hablan por sí solas. Las 72 horas se han terminado esta medianoche. Hoy hemos hecho un llamado a nuestra gente para que le demos continuidad, y sigan bajando los homicidios, y tengamos paciencia y no caigamos en las provocaciones de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional Civil”, expone uno de los ‘mareros’. Además lanza una seria advertencia al Estado: “Volvemos a responsabilizar a los funcionarios públicos si acontece algo en contra de nuestros miembros en las prisiones o en las calles”.

Otro de los portavoces insiste las pandillas son “de palabra, sabemos cumplir” y recalcan que “ no estamos negociando ni pactando con ningún político”. Además, “para todos aquellos que están errados en su pensar” avisan que “no lo estamos haciendo por miedo, sino porque sabemos que ya es tiempo de que esto pare, es tiempo de que el pueblo deje de sufrir”. Y recalcan: “No estamos acorralados: jamás podrán exterminar a las pandillas”. Aseguran hacerlo “conscientemente” sin necesidad de que intermedie ningún político. “Esto lo hemos hecho nosotros, se lo decimos claro”. Aseguran que lo hacen “por nuestro pueblo, por nuestra juventud, para que paren las masacres ilógicas”.

 

 
Por Juan Bosco Martín Algarra, El Informante Es