Lula da Silva se entregó a la Policía y ya está preso

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El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se entregará a la Policía este sábado, una vez sobrepasado el plazo que le dio el juez Sergio Moro para que se presentara ante las autoridades tras la condena en firme a doce años de prisión por delitos de corrupción.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se entregó a la Policía después que había sobrepasado el plazo que le dio el juez Sergio Moro para que se presentara ante las autoridades tras la condena en firme a doce años de prisión por delitos de corrupción.

Concretamente, Lula se entregó tras una misa que se oficiará en São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, en homenaje a la ex primera dama Marisa Letícia, difunta esposa del propio Lula. Lula se reunió a última hora de la noche con aliados políticos y abogados para concretar los detalles de su entrega, según informa el diario brasileño ‘Folha de Sao Paulo’.

Las imágenes mostraron que Lula salió a pie de la sede sindical de metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en el estado de Sao Paulo, donde estaba atrincherado desde hacía dos días, y subió un vehículo aparentemente de la Policía. Previamente, los manifestantes le habían impedido salir del lugar.

Lula salió tranquilo y sereno en un clima de tensión provocado por militantes que intentaron evitar su salida para dirigirse al vehículo policial que le esperaba en las inmediaciones del sindicato.

Minutos antes, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), senadora Gleisi Hoffmann, le pidió hoy a los simpatizantes que permitieran que el exmandatario se entregara a las autoridades para no perjudicar su situación jurídica.

Hoffmann hizo la petición luego de que cientos de militantes bloquearan los portones del Sindicato, en donde Lula estuvo acuartelado desde el jueves, para impedir la salida del vehículo enviado por la Policía a recoger al ex jefe de Estado.

La detención de Luiz Inácio Lula da Silva era un final anunciado prácticamente desde que el juez federal Sergio Moro tomó las riendas de la investigación de la “Lava Jato”, el mayor escándalo de corrupción de Brasil.

 

El expresidente (2003-2010) tiene siete procesos abiertos por corrupción, pero el juez lo envía ahora a la cárcel por un apartamento en la playa que habría recibió a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de Petrobras.