Los militares requeridos por España no son prófugos de nada

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Los 12 militares salvadoreños requeridos por la Audiencia Nacional de España acusados como supuestos responsables de la masacre de cinco jesuitas españoles en el marco de la ofensiva guerrillera del FMLN en el 89, no se les puede llamar prófugos de la justicia, especialmente después que la Corte Suprema de Justicia rechazara la petición de extraditarlos a España.

Prófugo es el encausado en contra de quien se hubieren dictado medidas cautelares personales como la detención provisional, que no se han hecho efectivas, que no hubiere designado defensor; y, con mayor razón, en contra de quien se hubiere dictado auto de llamamiento a juicio y no se hubiere presentado a la audiencia correspondiente. Obviamente, también lo es el que, habiendo estado privado de la libertad por una orden de detención o por una de prisión preventiva, se ha evadido del Centro de Detención o de Rehabilitación donde se encontraba recluido, tornando ineficaz la acción de la Policía, fiscales y jueces.

Al ser declarado por la CSJ que no procede la extradición solicitada, cesaron en sus efectos cualquier tipo de ordenes de captura libradas nacional o internacionalmente en su contra razón por la cual los 12 militares a quienes se perseguía están en su total derecho de circular libremente a lo ancho y largo del territorio nacional; es decir, son personas libres en el sentido amplio de la palabra.

El Supremo Tribunal de El Salvador negó la extradición de 4 de sus compañeros de armas que se encontraban detenidos desde febrero pasado y quienes, excepto el coronel Alfredo Benavides, se encuentran gozando de libertad, apaleados pero libres.

Los militares que para evitar una arbitrariedad se vieron obligados a auto restringir su libertad de circulación son Rafael Humberto Larios, Juan Rafael Bustillo, Juan Orlando Zepeda, Francisco Elena Fuentes, José Ricardo Espinosa, Gonzalo Guevara, Oscar Mariano Amaya, José Alberto Sierra, Joaquín Arnoldo Cerna, Carlos Mauricio Guzmán, Héctor Ulises Cuenca y Oscar Alberto León Linares. Todos ellos, hay que entenderlo, no son prófugos de nada.

Estos militares que dedicaron su vida al servicio de la patria, no son ni siquiera reos “ausentes” mientras en el país no  exista un proceso penal en su contra

 

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