Incertidumbre en Turquía: Fuerzas Armadas dicen tienen el poder; Erdogan dice que no

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Las Fuerzas Armadas de Turquía dijeron el viernes que tomaron el poder, pero el presidente Tayyip Erdogan prometió que el intento de golpe será neutralizado y miles de personas respondieron a su llamado de desafiar el levantamiento y salieron a las calles para respaldar al mandatario.

Disparos y explosiones sacudieron Estambul, la mayor ciudad del país, y a la capital Ankara en una caótica noche, pero en las primeras horas del sábado habían indicios de que el intento de golpe fracasaba.

Si tiene éxito, el derrocamiento de Erdogan, que ha gobernado Turquía desde el 2003, sería uno de los mayores cambios de poder en Oriente Medio en años y transformaría a uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en la región mientras que la guerra hace estragos en su frontera.

Incluso si fracasa, el intento de golpe de Estado podría desestabilizar a un país clave en la región.

“Vamos a superar esto”, dijo Erdogan en una llamada de video a un teléfono móvil sostenido ante una cámara por un presentador de CNN en Turquía. El mandatario llamó a sus seguidores a salir a las calles para defender a su Gobierno y dijo que los golpistas pagarían un alto precio.

Un funcionario dijo que Erdogan habló desde Marmaris, en la costa de Turquía, donde se encontraba de vacaciones. Un funcionario turco dijo posteriormente que el avión del mandatario aterrizó en Estambul.

El presidente turco, Recep Erdogan, al llegar al aeropuerto Ataturk.
El presidente turco, Recep Erdogan, al llegar al aeropuerto Ataturk.

Un comandante del Ejército aseguró que aviones de combate derribaron un helicóptero utilizado por los golpistas en Ankara. La agencia de noticias estatal Anadolu dijo que 17 policías murieron en el cuartel central de las fuerzas especiales.

A medida que la noche avanzaba, multitudes parecieron responder el llamado de Erdogan de salir a las calles, desafiando las órdenes de los líderes del intento de golpe de permanecer en las casas.

Periodistas de Reuters vieron tanques disparando cerca de la sede del Parlamento en Ankara, que había sido rodeada.

Los aeropuertos fueron cerrados, el acceso a las redes sociales en Internet fue restringido y las tropas sellaron los dos puentes sobre el Bósforo en Estambul, uno de los cuales todavía estaba iluminado en rojo, blanco y azul en solidaridad con las víctimas del ataque perpetrado con un camión en el Día de la Bastilla en Francia un día antes.

Los soldados tomaron el control de la televisión estatal TRT, que anunció un toque de queda en todo el país y el estado de sitio.

Un locutor leyó un comunicado sobre las órdenes de los militares que acusaron al Gobierno de socavar la democracia y el estado de derecho laico. El país sería gobernado por un “consejo de paz” que garantice la seguridad de la población, agregó el comunicado. TRT salió temporalmente del aire.

La agencia Anadolu dijo que el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Turquía estaba entre un grupo de personas que fueron tomadas como “rehenes” en la capital Ankara. CNN Turk también informó que los rehenes estaban retenidos en el cuartel general de las Fuerzas Armadas.

NO ES UN GOLPE DE ESTADO DE PACOTILLA

Una fuente de alto rango de la Unión Europea (UE) que sigue la situación dijo: “Este parece ser un golpe relativamente bien orquestado por un conjunto significativo de militares, no sólo unos cuantos coroneles. Tienen el control de los aeropuertos y se espera que tomen el control del canal de televisión de forma inminente. Ellos controlan varios puntos estratégicos en Estambul”.

“Dada la escala de la operación, es difícil imaginar que no tendrán éxito. No son sólo unos cuantos coroneles”, reiteró la fuente.

Poco después TRT salió temporalmente del aire. Retomó sus transmisiones en las primeras horas del sábado.

La agencia Anadolu dijo que el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Turquía estaba entre un grupo de personas que fueron tomadas como “rehenes” en la capital Ankara. CNN Turk también informó que los rehenes estaban retenidos en el cuartel general de las Fuerzas Armadas.

CELEBRACIONES EN DAMASCO

Turquía, un miembro de la OTAN con la segunda mayor fuerza militar de la alianza occidental, es uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en la lucha contra el grupo insurgente Estado Islámico.

El país da un importante respaldo a los opositores del presidente sirio, Bashar al-Assad, en la guerra civil que enfrenta Siria y ha albergado a unos dos millones de refugiados sirios.

En la capital de Siria, Damasco, se escucharon disparos a modo de celebración luego de que se divulgaron reportes de que Erdogan había sido derrocado. La gente salió a la calle a celebrar en varias ciudades controladas por el Gobierno.

Turquía ha estado en guerra con los separatistas kurdos y ha sufrido numerosos ataques con bombas y disparos este año, incluyendo un atentado hace dos semanas perpetrado por islamistas en el principal aeropuerto de Estambul que dejó más de 40 muertos.

Funcionarios turcos culparon del intento de golpe a seguidores de Fethullah Gulen, un influyente clérigo que se autoexilió en Estados Unidos y que en algún momento respaldó a Erdogan. La Alianza de Valores Compartidos, que apoya a Gulen, dijo que condenaba una intervención militar en la política local.