
Asesinato al pie del altar
Mientras celebraba el sacramento de la reconciliación, una bala asesina atravesó la casulla y el corazón de Óscar Arnulfo Romero. El único «delito» que se le conoce al arzobispo de San Salvador es explicar el Evangelio, hacer oír su voz desde el incómodo papel de profeta de la verdad, y eso es cosa que forzosamente atrae la violencia de quienes no aceptan más soluciones que las impuestas por ellos.

Tras el asesinato de Monseñor Romero, terror y violencia en El Salvador
Oleada de atentados terroristas contra entidades oficiales en señal de protesta por la muerte del prelado salvadoreño
Madrid. (De nuestra redacción). –Al menos veinticinco bombas, todas ellas de alta potencia, hicieron explosión de madrugada en señal de protesta por el asesinato del arzobispo Monseñor Óscar Romero. El crimen, cometido en la capilla de un hospital, donde oficiaba Monseñor Romero, ha llenado de consternación a toda Iberoamérica, donde el arzobispo asesinado era muy respetado por su activa labor en defensa de los derechos humanos.
La mayoría de los artefactos hicieron explosión en bancos y en otros organismos gubernamentales. No causaron daños personales, pero sí materiales muy elevados.
Monseñor Romero fue asesinado el lunes de un disparo en el corazón cuando celebraba misa en la capilla del hospital para cancerosos La Divina Providencia, en la capital salvadoreña. El obispo murió frente al altar. Nuestro corresponsal en Nueva York, José María Carrascal, señala que, según versiones de los testigos, Monseñor Romero fue asesinado por una sola persona en el momento mismo en que daba la comunión. Un individuo armado con una pistola, provista de silenciador, disparó contra él un solo tiro, acertándole en el mismo corazón. Mientras el asesino iniciaba su huida hacia la calle, alguien efectuó dos disparos para asustar a la gente, que se echó al suelo. Los asesinos huyeron sin problemas en un vehículo que esperaba a la puerta del hospital.
Señala nuestro corresponsal que, aunque aún no ha sido esclarificada la autenticidad de los autores del atentado, se supone que pertenezcan a sectores ultra derechistas, a los que criticó duramente Monseñor Romero en vida. El Gobierno ha declarado tres días de luto nacional en señal de duelo. Paralelamente, se ha decretado el «estado de alerta» para evitar brotes de violencia. Millares de salvadoreños se agrupaban en la mañana de ayer ante la basílica El Sagrado Corazón para rendir el último homenaje al prelado asesinado.
Monseñor Romero fue asesinado un mes y dos días después de haber celebrado su tercer aniversario de la toma de posesión como arzobispo de la capital de El Salvador.
Todas las instituciones educativas católicas y algunos colegios suspendieron ya, ayer mismo, todas las actividades en señal de luto. Los periódicos matutinos publicaban ayer esquelas mortuorias de la Junta de Gobierno, las Fuerzas Armadas y el Partido Democristiano, quien colabora con la Junta. Son muchos los observadores que temen que este asesinato empuje al país hacia una situación de caos incontenible que degenere en una guerra civil.
En su última homilía, Monseñor Romero hizo un emotivo llamamiento al Gobierno para que cesara lo que denominaba represión contra el campesinado
. Las reformas no valdrán nada si están teñidas de sangre
, señaló en su homilía.
No obstante, Monseñor Romero consideraba que si el actual equipo del Gobierno obtenía alguna participación de los grupos populares, que hasta ahora le han dado la espalda, todavía existía la posibilidad de llevar adelante el programa de reformas, lo que supondría una salida pacífica a la actual crisis.
En todo el mundo se han producido reacciones de condena contra el brutal asesinato. El Papa ha repudiado el sacrílego crimen. El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) señaló, en un mensaje de condena que la sangre de Monseñor Romero derramada junto al altar, sea dramática llamada para que se deponga toda actitud de odio, violencia y venganza en El Salvador
.
Hasta el momento, no se ha señalado, oficialmente, la fecha ni la hora del entierro del prelado. Sectores del Gobierno temen que este acto sea utilizado por grupos de la oposición para desencadenar una nueva ola de violencia que conduzca al país a una situación de caos irreversible.
Redacción de DL. Hasta la fecha no ha sido totalmente esclarecido el asesinato de Monseñor ahora San Romero.