Estados Unidos se declaró “profundamente preocupado” por el golpe al Parlamento de Nicaragua

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El gobierno de Estados Unidos se declaró “profundamente preocupado” por “las acciones del gobierno y la Corte Suprema nicaragüenses para limitar el espacio democrático” ante las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre próximo.

“Urgimos enérgicamente al gobierno nicaragüense a crear un ambiente más abierto para unas elecciones libres e imparciales que permitan al pueblo nicaragüense determinar el futuro de su país”, afirmó el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, John Kirby.

En un comunicado emitido en Washington, Kirby recordó que el pasado 8 de junio la Corte Suprema falló contra el ex canciller Eduardo Montealegre como representante legal del Partido Liberal Independiente (PLI).

Montealegre encabezaba una coalición opositora para los comicios de noviembre, en los que el presidente del país, Daniel Ortega, busca una nueva reelección.

“La Corte Suprema adoptó una acción similar el 17 de junio, cuando invalidó el liderazgo del Partido Acción Ciudadana (PAC), el único partido opositor que quedaba con base legal para presentar a un candidato presidencial”, afirmó el vocero.

Kirby también mencionó la decisión tomada el pasado 29 de julio por la Junta Directiva de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Nicaragua, controlada por el sandinismo, que acordó destituir a 28 diputados opositores, entre propietarios y suplentes, de “sus puestos popularmente elegidos”.

A juicio de EEUU, “unas elecciones creíbles y la pluralidad política son fundamentales para cualquier democracia fuerte”.

En ese sentido, apostilló el portavoz, la sociedad civil y tanto los líderes empresariales como religiosos de Nicaragua siguen abogando por “un fortalecimiento de las instituciones democráticas, una separación de poderes y un proceso electoral imparcial”.

Por eso, Kirby instó al gobierno nicaragüense a “respetar las voces de su pueblo y dar los pasos para unas elecciones imparciales y transparentes que permitan la participación completa de todos los ciudadanos nicaragüenses”.

Ese respeto –añadió– debe permitir también “a los partidos de la oposición operar de forma independiente”.