Parece cosa de broma, pero no lo es. En El Salvador, los pandilleros que se encuentran internados en el sistema carcelario se dan lujos que no cualquiera puede darse en su casa, producir su propia energía eléctrica con un panel solar.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó este jueves que durante un registro que se realizó en el centro penal de Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, decomisaron un panel solar que los pandilleros reclusos tenían para proveer de enegía sus celulares y aparatos electrónicos.
Un panel solar, 40 cargadores, 38 chips, 18 baterías, 40 manos libres y 2 memorias micro SD forman parte de lo incautado a los delincuentes que guardan prisión. No pueden las autoridades inventariar lo que no pudieron encontrar, o lo que entró esta tarde y noche, o lo que va a entrar mañana……lo que entra todos los días!
Mientras, las autoridades siguen acusando y atacando a las empresas que sirven la telefonía celular en el país de su ineficiencia e incapacidad. El panel no viaja a través de las ondas emitidas por las antenas de telefonía, si han cerrado las vías de ingreso de ilegales en las prisiones, como ha dicho la Dirección General de Centros henales (DGCP) y las autoridades de Seguridad, ¿Cómo entró al penal?
No es cuestión de acusar impunemente a ‘mundo y medio mundo’ de los problemas de Seguridad del país, es cosa de actuar de acuerdo a la mínima expectativa que tienen la población en general.
Nunca en la historia el país había tenido tan mala fama internacional, ni siquiera durante los más de 20 años de guerra que desgarraron las propias entrañas de esta nación. Quizá somos injustamente juzgados. Nos catalogan como el país más violento del mundo por nuestra pequeña extensión territorial y nuestra pobre población residente. Pobre?, claro, si la comparamos con países que cuentan con 20, 30 o 50 millones de habitantes, en un equivalente no tan lejano a nuestra territorialidad.
Creemos que ya es suficiente. Hay que rediregir los objetivos y más aún, los métodos y objetivos.
Es momento de abandonar los objetivos políticos, de uno y otro bando, es momento de pensar en un Plan de Nación, que quizá hoy favorezca políticamente a uno y dañe al otro, pero que podrá salvar a nuestro país de un destino fatídico.
No puede haber una economía sana con un mal gobierno, ni un buen gobierno con una economía enferma y sin crecimiento. las demandas sociales de la izquierda no son del todo descabelladas, muchas son correctas, buenas y apropiadas, pero aplicarlas con el uso de la fuerza y no la razón, es una bestialidad. Debe consensuarse, deben unirse los intereses de la patronal con los intereses de los trabajadores, ambos son simbióticos, el uno no puede existir sin el otro.
Nunca en la historia de El Salvador un gobierno había obtenido tanto dinero en impuestos, donaciones y préstamos, los últimos dos gobiernos han gozado de una liquidez que los 20 años de gobiernos de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) nunca habrían soñado. 23 nuevos impuestos (con la venia tricolor y su gris liderazgo) y un flujo de dólares inmenso no han servido de nada. regalar zapatos, camisas, pantalones, un par de bocados diarios y hasta computadores del tipo Laptop no sirve de nada. Es un agradecimiento popular fútil e inútil.
El simple hecho que en un Centro Penal, como el de Cojutepeque, a estas alturas del ‘juego’ se encuentre un panel solar, es simplemente inaceptable, ya es hora que se tome el tema de Seguridad en serio, de uno y otro lado.
Por Luis Vazquez-Becker
