Embarazada ciega ‘ve’ a su hijo por primera vez gracias a una impresión en 3D

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Es un momento mágico para las futuras madres: atisbar los rasgos faciales, los gestos y las manitas del bebé que llevan en sus vientres, gracias a la técnica del ultrasonido.
Para las embarazadas ciegas, sin embargo, la experiencia suele ser menos emocionante.
Tatiana Guerra, una futura madre brasileña de 30 años, ha estado ciega la mitad de su vida. Cuando se sometió a la ecografía de las 20 semanas de embarazo, no esperaba mucho más que la descripción del médico sobre lo que veía en la pantalla.
Un video creado como parte de una campaña para la marca de pañales Huggies muestra cómo la tecnología dio un vuelco a esa experiencia.
En las imágenes, la futura madre recorre el cuarto que ha preparado para su primer hijo, a quien llamará Murilo. Con las manos palpa las paredes donde cuelgan cuadros y adornos, y le habla al bebé en su vientre, diciéndole que cuenta los días para poderlo conocer. La joven también dice que espera que su hijo pueda disfrutar del mar, “sentir los pequeños granos de arena entre los dedos de los pies y la brisa fresca en su cara”.
Ya en el centro médico, mientras le realizan la ecografía de las 20 semanas, Tatiana le pregunta al doctor, llamado David, a quién se parece su hijo. Este le dice que tiene su nariz, y está con los ojos cerrados.
Emocionada, Tatiana le dice al médico que se imagina a su hijo con una nariz “como una pequeña papa”, una boca diminuta y una manito regordeta. “Estoy impaciente por olerlo”, le cuenta.
Quince minutos más tarde, el ultrasonido ha sido enviado a la estación móvil de impresión 3D y convertido en una pequeña escultura, un relieve que muestra la cara y los brazos del bebé por nacer.
“Si pudieras tocarlo, ¿podrías saber cómo es?’ le pregunta el médico a Tatiana en el video.
“Sí”, responde ella.
Entonces el hombre le entrega la imagen de tres dimensiones envuelta en un paño blanco y la sorprende diciéndole: “Ese es tu hijo. A ver si lo sientes de la manera en que lo imaginas”.
La futura madre recorre con sus dedos el texto en Braille de la escultura, que dice, en portugués “Yo soy tu hijo”, y ríe y llora a la vez mientras recorre lentamente las facciones del pequeño por nacer.