Decepciona el fútbol centroamericano en Copa Oro

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Por Arturo Brizio Carter

Es una pena que selecciones como Honduras que llegó a tener estrellas rutilantes a nivel internacional y El Salvador anden ahora recolectando lágrimas y dando puras penas.

La Copa Oro de la Concacaf ha mostrado un bajo nivel futbolístico y competitivo pero la parte más triste corresponde al fútbol centroamericano, particularmente con las selecciones de Guatemala, El Salvador y Honduras, eliminados prematuramente del certamen.

La misa de difuntos o réquiem en latín, tiene mucho que ver con la falta de disciplina, dentro y fuera de la cancha, de algunos de sus elementos. En el balompié moderno, no se puede dejar de correr y estos combinados se quedaron en el tiempo, jugando a ritmo de vals y con serias deficiencias en la preparación física.

Quizá el ejemplo paradigmático sea el delantero “chapín” Carlos el Pescadito Ruiz, quién luciendo un evidente sobrepeso sigue siendo el referente del fútbol en su país. Por ello se la pasa protestando y provocando rivales dada su incapacidad para competir lícitamente.

Pero esto no es nuevo. Ya son muchos años en los que nadie parece darse cuenta de la debacle futbolística de estas naciones. No hay forma de competir sin una condición física a prueba de balas y, casualmente, el equipo con mayor crecimiento y proyección en el área sea Panamá, con atletas antes que futbolistas.

Bueno, salvo Guatemala en contra de México, ya ni patadas dan. Es una pena que selecciones como Honduras que llegó a tener estrellas rutilantes a nivel internacional y El Salvador anden ahora recolectando lágrimas y dando puras penas.

Ahora resulta que el mejor nivel está en el Caribe. ¡Imagínese como andarán las cosas! Jamaica, Haití, Trinidad y Tobago así como Cuba se metieron a cuartos de final. Yo creo que salvo los representantes de la “isla bella”, con todo y sus desertores, los demás equipos están un escaloncito arriba de los ya mencionados centroamericanos solamente por el multicitado factor físico. Por lo demás, resulta soporífero y un gran remedio contra el insomnio mirar cualquier partido de esta dichosa copita.

La sorprendente Costa Rica del mundial Brasil 2014 no es ni la sombra de lo que fue. Estados Unidos gana con lo justo, Panamá mete la pierna y a México se le acabaron las ideas.

Resultó lamentable ver al entrenador mexicano, el inefable Piojo Miguel Herrera, dirigirse a reclamar al árbitro Mark Geiger al finalizar el partido luego de haberse comido cuatro goles y mostrar una inoperancia dramática. Este tipo de actitudes la propia federación mexicana tendría que reprimirlas.

Sin embargo, desde mi óptica, a México le convino no calificar en primer lugar. Este azaroso torneo lo hubiera llevado a enfrentar al durísimo cuadro “canalero” y bueno sería recordar que ya los panameños los echaron en la última edición. Parece más llevadero el estilo menos agresivo de los ticos aunque jugando así, nadie puede garantizar el éxito.

Lo que sí me queda claro es que ya quiero que se acabe este suplicio llamado Copa Oro.

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