Cambiar a un general que está ganando la guerra es una torpeza

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1898

Por Eduardo Vázquez Bécker.-

El 12 de julio de 1969, 24 horas antes de iniciar la campaña punitiva contra el hermano país de Honduras, por razones históricas que todos conocemos, el comandante general de la Fuerza Armada, General Fidel Sánchez Hernández, decidió quitar el mando del Teatro de Operaciones Norte, TON, al coronel Mario de Jesús, “El Diablo” Velásquez, quien por su fama de hombre decidido comenzaba a convertirse en uno de los líderes del ejército.

Un error operativo pero intrascendente del “Diablo Velásquez”, que no viene al caso mencionar, llegó a los oídos del Presidente Sánchez Hernández, quien a su vez era Comandante General de la Fuerza Armada, por lo que de inmediato recibió la orden de entregar el mando al General Enrique Aguirre.

Esa situación motivó al General José Alberto Medrano, que no era menos irreverente que el “Diablo Velásquez” a reclamar al presidente por lo que consideraba un error estratégico que podía afectar el resultado de la guerra que se debía iniciar en cosa de horas.

El encuentro se dio a la mitad de la escalera que conducía al despacho del presidente en la vieja casa presidencial del barrio San Jacinto.

Presidente Sánchez Hernández.- Acabo de quitar al “Negro” (otra forma en que llamaban al coronel Velásquez)

General Medrano: – Lo que hiciste fue una pendejada. Velásquez ha demostrado que con  él podemos ganar la guerra- Cambiar a un general que está ganando la guerra es una..(otra vez la palabra pendejada)

Presidente Sánchez Hernández: (reflexionando) Tenés razón, pero ya di la orden y Aguirre ya va para allá. (al cuartel El Paraíso en Chalatenango)

Medrano: Pues cambiá la orden o renunciá a la guerra porque vamos a perder.

Para no hacer más grande la historia, el General Medrano llegó al TON antes de que se cumpliese la orden del presidente y logró dejar las cosas como estaban antes permitiendo que  el desempeño del “Diablo Velásquez” durante guerra se convirtiera en uno de los factores determinantes de la victoria obtenida.

Traemos la historia al caso de la elección del nuevo Fiscal General de la República en la Asamblea Legislativa,  porque los argumentos infundados y mal intencionados de unos cuantos diputados pueden llevarnos a consecuencias lamentables.

Al igual que hace 46 años, El Salvador se encuentra enfrascado en una guerra, la peor que alguien se se haya imaginado, solo que ahora el enemigo es el crimen organizado que pretende destruir al país.

Cambiar de Fiscal a estas horas es tan riesgoso como cambiar a un general que está ganando la guerra contra un enemigo cruel e implacable; un enemigo que de no ser combatido como lo está siendo ahora, podría convertirse en el legislador de mañana.

Ojalá que los diputados que por una u otra razón se oponen, sin elementos válidos, a elegir a Luis Martínez, mediten sobre la famosa frase, que habla por sí sola: Cambiar a un general que está ganando la guerra es una verdadera pen…

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