Armas vinculadas a hechos delictivos y al crimen organizado podrían haber desaparecido con explosiones en Caballería

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Ha trascendido que armas relacionadas a hechos delictivos y al crimen organizado podrían haber desaparecido durante la explosión de tres polvorines en el destacamento militar de Caballería en San Juan Opico.

La Fiscalía General de la República, por su parte, dijo que solicitará apoyo a  la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los EE.UU, ATF por sus siglas en inglés, para investigar lo sucedido.

Las  fuertes explosiones se produjeron la mañana de este lunes, alrededor de las 11:05, en el interior del Regimiento de Caballería, ubicado en el municipio de San Juan Opico, kilómetro 27 1/2 carretera a Santa Ana, en el departamento de La Libertad.

De acuerdo a las declaraciones del ministro de la Defensa, David Munguía Payés, quien se apersonó en el lugar del siniestro para verificar la magnitud de los daños, las explosiones se pudieron producir debido  al descuido de varios trabajadores de una empresa constructora que realizaba obras de reparación y ampliación en las instalaciones del regimiento. Munguía advirtió que se trataba de información preliminar obtenida hasta ese momento.

El Ministro  de Defensa dijo que se está investigando la posible violación de los códigos de seguridad ya fuera por los encargados de los polvorines o por parte de la empresa que realizaba los trabajos y que revisarán los procedimientos y protocolos que implicaron los procesos realizados en la zona.

La Fuerza Armada informó que la activación del explosivo produjo una onda expansiva que recorrió aproximadamente 800 metros a la redonda. Eso causó algunos heridos debido a la caída de cielos falsos y otras incidencias derivadas de la explosión.

Según Munguía Payés, dos tenientes resultaron con lesiones leves y fueron trasladados al Hospital Militar.

Las autoridades militares mantienen desde horas del mediodía un estricto cordón de seguridad que durará 12 horas y que abarca por lo menos tres kilómetros a la redonda. Mientras, un helicóptero Black Hawk (Halcón Negro) del ejército de los Estados Unidos sobrevoló la zona con maniobras rasantes.

Munguía Payés reconoció que la bodega donde se produjo la primera explosión está destinada a resguardar armas y explosivos que la Fiscalía General de la República, la Policía y los Juzgados remiten en custodia al ministerio de la Defensa.

Al momento se han reportado 13 heridos, entre estos cinco soldados y dos oficiales quienes, según el ministro habrían reaccionado “heroicamente” para poner a salvo a algunos de sus compañeros, ademas de seis civiles que fueron transportados al hospital de Santa Tecla.

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