El jurado motivó el premio por la necesidad de llamar la atención sobre las “devastadoras” consecuencias que las “restrictivas” leyes contra el aborto de El Salvador tienen sobre las vidas de las mujeres y resaltó que Vásquez ha luchado por cambiar la legislación tanto mientras estaba encarcelada como después de ser liberada. En El Salvador, las mujeres que sufren complicaciones del embarazo que dan lugar a abortos espontáneos y mortinatos son habitualmente sospechosas de haberse practicado un aborto, prohibido en todas las circunstancias.
La salvadoreña Teodora del Carmen Vásquez, que fue condenada a 30 años de prisión por un aborto, fue distinguida hoy con el premio de derechos humanos Per Anger, que otorga el Gobierno sueco.
Vásquez, que siempre ha asegurado que el aborto fue espontáneo y no provocado, pasó once años en la cárcel, de la que salió el pasado febrero después de que un tribunal redujese su condena.
El jurado motivó el premio por la necesidad de llamar la atención sobre las “devastadoras” consecuencias que las “restrictivas” leyes contra el aborto de El Salvador tienen sobre las vidas de las mujeres y resaltó que Vásquez ha luchado por cambiar la legislación tanto mientras estaba encarcelada como después de ser liberada.
“Teodora del Carmen Vásquez ha convertido un dolor personal en fuerza para ayudar a otros. Seguir luchando tras diez años en prisión no es solo único, exige también mucho valor”, señaló en un comunicado la presidenta del jurado, Ingrid Lomfors.
En el escrito, Vásquez consideró el galardón “un símbolo para continuar la lucha por los derechos humanos de las mujeres”.
El premio Per Anger fue creado en 2004 por el Gobierno sueco para promover los derechos humanos y la democracia y es entregado cada año por el Foro para la historia viviente, organismo que depende del Ministerio de Cultura, a propuesta de varias organizaciones no gubernamentales.
Per Anger fue secretario de la legación diplomática sueca en Budapest y fue quien tomó la iniciativa para salvar a muchas personas de las persecuciones y ejecuciones durante la ocupación nazi de Hungría.
Vásquez dio a luz a un bebé muerto en 2007, después de sentir unos dolores repentinos y muy fuertes mientras estaba trabajando.
El Ministerio de Justicia de El Salvador conmutó la condena de Teodora, pero no anuló la declaración de culpabilidad ni reconoció su inocencia.
En El Salvador, las mujeres que sufren complicaciones del embarazo que dan lugar a abortos espontáneos y mortinatos son habitualmente sospechosas de haberse practicado un aborto, prohibido en todas las circunstancias.