Que hará y que no hará Trump cuando asuma la presidencia

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El republicano Donald Trump prometió durante su campaña que sacudiría a Washington y, como presidente, el magnate inmobiliario estará en condiciones de cambiar drásticamente la forma en que Estados Unidos maneja la inmigración, el comercio y otras políticas. Esto con un Senado y una Casa de Representantes a favor republicano y muy posiblemente con la ayuda de un Poder Judicial con mayoría conservadora.

Sin embargo, buena parte de sus propuestas más ambiciosas requerirán de la cooperación del Congreso. Aunque es probable que disfrute de una luna de miel con los republicanos tras su triunfo electoral, un romance duradero está lejos de estar garantizado dada su turbulenta relación con los líderes parlamentarios y algunas diferencias ideológicas básicas que tiene con el “establishment” de su partido.

Inmigración

Durante su campaña, Trump prometió construir un muro a lo largo de la frontera con Mexico, deportar a millones de inmigrantes indocumentados y prohibir la inmigración desde países que han estado “comprometidos con el terrorismo”.

Esas políticas no serían baratas. Trump ha estimado que el muro costaría entre 8.000 y 12.000 millones de dólares. Otras estimaciones han sido mucho más altas.

Trump ha dicho que obligará a México pagar por el muro, pero no tiene poder para forzar a otro país a gastar dinero en algo que no quiere.

Con respecto a los inmigrantes, trump se encontrará con los beneficios de una fuerza de trabajo de millones de personas que pagan sus “taxes”, pero que no hacen su “income tax”, dejando en las arcas federales miles de millones de dólares. Además, el multimillonaria se encontrará con que la mayoría de las labores agrícolas y de limpieza en la nación norteamericana son cubiertos por esa fuerza de trabajo, labores que la minoría negra no quiere hacer.

Comercio

En su campaña, Trump argumentó que los acuerdos comerciales internacionales han afectado a los trabajadores estadounidenses y a la competitividad del país. Prometió “mano dura” con China, retirarse del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que todavía no está finalizado, y renegociar o desechar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte que Estados Unidos tiene desde 1994 con México y Canadá.

Como presidente, Trump tiene cierto poder para aumentar los aranceles a países como China. Podría también retrasar el TPP, incluso si el Congreso lo aprueba.

Los economistas han advertido que tales movimientos dañarían la economía al forzar a los consumidores a pagar precios dramáticamente más altos por todo, desde refrigeradores a camisetas. Las exportaciones estadounidenses, como aviones y soja, probablemente también sufrirían el impacto.

Sin embargo, Trump es un hombre de negocios y no gobernará solo. El staff económico le aclarará los riesgos de cumplir su palabrería política contra asuntos reales y pragmáticos.

Lo que si podrá hacer Trump es preparar mejores beneficios fiscales a las empresas que retornen su capital a los Estados Unidos y generen fuentes de trabajo, haciéndolos más competitivos.

Salud

Trump ha prometido derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible del Presidente Barack Obama, popularmente conocida como “Obamacare”, y reemplazarla por un sistema que daría a los estados más control sobre el plan de salud para los pobres conocido como Medicaid.

Para esto necesitaría la acción del Congreso y los republicanos podrían tener dificultades para obtener los 60 votos necesarios para avanzar en el Senado, compuesto por 100 escaños, para derogar la ley.

Si bien Obamacare es un rotundo fracaso, los republicanos podrían enfrentarse a una reacción popular si derogan una ley que ha proporcionado atención médica a millones de estadounidenses.

Impuestos y gastos

Trump ha prometido hacer profundos recortes de impuestos, aunque ha anunciado que protegerá los populares programas de salud y jubilación, que representan más de un tercio del gasto del Gobierno de Estados Unidos.

Esa combinación de políticas aumentaría masivamente la deuda nacional.

En impuestos, obtendría mucha ayuda de los republicanos en el Congreso, que han estado sentando las bases para una reforma al código tributario que reduciría las tasas y cerraría las lagunas impositivas. No obstante, enfrentará la feroz resistencia de los propietarios de viviendas, empresas y otros grupos de interés que se benefician de las actuales exenciones fiscales.

Regulación de Wall Street

Trump ha prometido un “desmantelamiento” de la ley de reforma financiera de 2010 Dodd-Frank, promulgada tras la crisis económica global, pero ha dado pocos detalles sobre cómo hacerlo.

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