Aunque no causan sorpresa, siguen saliendo a luz acontecimientos que ratifican el saqueo al que el expresidente Mauricio Funes sometió a la nación en sus cinco años de gobierno.
Los nuevos hallazgos, divulgados por fuentes allegadas a la Fiscalía General de la República, aseguran que el piloto encargado de manejar el helicóptero en el que se movilizaba el ex mandatario, Miguel Ángel García García, adquirió mientras estuvo al servicio de Funes bienes inmuebles por valor cercano al medio millón de dólares.
De acuerdo a la información que circula en medios de comunicación y que figura en el requerimiento de la FGR , García García fue asignado a casa presidencial cuando era capitán, ahora es mayor del ejército, con un salario de $1, 622.00. o sea que en los cinco años que estuvo al servicio de Funes, percibió unos 52 mil dólares menos los descuentos de ley. El valor declarado de los inmuebles comparados por García, sobrepasan el medio millón.
Según la FGR, los inmuebles adquiridos están situados en condominios Miramar en San José Villanueva, La Libertad; y complejo residencial Los Sueños, Nuevo Cuscatlán. Por el primero pagó $141,000 y por el segundo $159,770.
Los informes también aseguran que compró dos inmuebles por $64 mil: uno en cantón El Progreso de Santa Tecla y una casa en Jardines de la Cima, San Salvador; otra residencia en el complejo habitacional San Gabriel, en Apopa, por la que pagó 70,000 dólares y que se la donó a su padre Luis Miguel Ángel García.
La compra de la vivienda y la donación la hizo a través de un conocido, a quien le pidió de favor que le hiciera esas transacciones, por las que no recibió centavo alguno, según un testigo fiscal. La FGR asegura que García era “una persona de capacidad económica reducida”.
Pero a los $1,300 se le tienen que restar otros gastos personales y familiares como alimentación, colegios y servicios básicos. Además con ese salario no es sujeto de crédito, según las mismas fuentes.
La Fiscalía señala que “con sus ingresos legales (García García) no tiene manera de justificar la cantidad invertida en la compra de los bienes inmuebles”.
La única fuente de ingreso de forma lícita para el pago de un inmueble en condominio Miramar, en San José Villanueva, La Libertad, fue un préstamo bancario de $73,184. Este sirvió para abonar a la deuda total de $141,000, pero se desconoce si García García lo pagó y cómo lo canceló.
La diferencia con respecto al préstamo bancario ascendió a $67,816, dinero del cual se desconoce su origen, ya que su esposa Rosa, López de García, no registra ingresos legales en el período de compra de la propiedad, según la Fiscalía.
Con relación a la residencia que compró por $159,770 en residencial Los Sueños, la información proporcionada a la Fiscalía detalla que fue cancelada con $5,000 en efectivo y los otros $154,770 en siete cheques.
Lo que llama la atención del Ministerio Público es que dos de esos cheques por $33,000 y $42,000, fueron extendidos por un testigo a quien García García le pidió de favor que se los emitiera.
El entonces capitán García llegó a donde el testigo y le dijo que tenía intenciones de comprar un terreno en Los Sueños, que tenía $75,000 en efectivo, pero que la empresa solo aceptaba cheques.
Entonces le pidió de favor al testigo que le hiciera dos cheques para pagar en la inmobiliaria y que él se los pagaría en efectivo.
El testigo dijo que aceptó hacerle el favor a García, pero que estaba arrepentido de haberlo hecho.
En relación a la vivienda de la residencial San Gabriel en Apopa, que el padre del capitán García recibió en donación, se establece que el piloto presidencial buscó a un conocido para que pusiera a su nombre la casa que él iba a comprar, porque no quería ponerla a su nombre, pues argumentó que se estaba separando de su esposa y se la podía quitar. García pagó $70,000 dólares por la residencia.
El testigo, quien accedió a la petición del entonces capitán, aseguró que nunca fue a ver la vivienda, ni siquiera sabía a dónde quedaba y que no recibió dinero por el favor.
Además declaró en la Fiscalía que no recuerda haber firmado una escritura de donación de la casa al padre del capitán García, a quien no conoce.
Ahora, el mayor García García y su esposa, Rosa de García, son acusados de lavado de dinero en el caso Saqueo Público. Por el momento son prófugos de la justicia.