El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, confirmó el lunes la muerte de personas detenidas, pero las tildó de “normal”, además, negó que en la prisiones se den torturas en el marco del régimen de excepción vigente desde finales de marzo.
“En todo sistema penitenciario hay muertes, todos los años se mueren reos”, dijo Villatoro en la entrevista televisiva Frente a Frente.
Al ser cuestionado por la muerte de al menos 90 personas bajo custodia estatal, pidió ver las estadísticas de los Gobiernos anteriores, de las que aseguró que las muertes “eran más de 100 al año”.
“Son muertes, ya es normal” y “hay muchos que tienen preexistencias clínicas (enfermedades)”, agregó uno de los funcionarios más importantes del Gobierno del presidente Nayib Bukele.
El Salvador se encuentra bajo régimen de excepción, que suspende varias garantías constitucionales, desde finales de marzo tras una escalada de asesinatos por una supuesta disputa entre funcionarios gubernamentales y las pandillas.
Esta medida, a la que el Gobierno llama “guerra contra las pandillas”, se ha prorrogado siete veces y ha dejado a casi 57 mil personas detenidas.
Según Villatoro, el régimen de excepción sería necesario “hasta que capturemos al último de estos terrorista (pandilleros)” e indicó que tienen expedientes de unos 76.600 supuestos pandilleros.
Añadió que son unas 2.000 personas detenidas bajo este régimen las que han sido liberadas, sin precisar si fue con libertad condicional u otra medida distinta a la detención.
El pasado 25 de octubre, el Estado de El Salvador se negó a rendir cuentas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las acusaciones de detenciones arbitrarias, muertes en custodia estatal y tortura bajo un régimen de excepción vigente.
“La CIDH lamenta profundamente la ausencia del Estado de El Salvador pese a que fue oportunamente notificado. Sin embargo, el Estado ha declinado su participación”, dijo al inicio de la audiencia Julissa Mantilla, presidenta de la CIDH y relatora de país para El Salvador.