Agencias.- Desde que masacraron al grupo de sublevados liderado por el exinspector Oscar Pérez, el quince de enero, la dictadura chavista no ha permitido a los familiares reconocer los cadáveres en la Morgue de Bello Monte, Caracas, como establece la Ley.
Sin embargo, al parecer la espera terminó, porque ahora la orden es incinerar los cuerpos y entregar solamente las cenizas.
Varios periodistas informaron en la noche de este jueves 18 de enero que, de acuerdo con información extraoficial, autoridades del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) y del Ministerio de Interior y Justicia (MIJ), decidieron cremar los cuerpos de Óscar Pérez y su compañero, José Alejandro Díaz Pimentel.
Asimismo, según el periodista Román Camacho y el diputado Winston Flores, el régimen está obligando a los familiares de Pérez y Pimentel a firmar un documento en el que se autorice la incineración de ambos cadáveres. Y, para añadir otro elemento macabro a la fórmula: han envuelto a los cuerpos en papel transparente con el fin de acelerar su descomposición.
Los periodistas aseguran que el argumento para no permitirle a los familiares visualizar los cuerpos es por su estado de descomposición. Sin embargo, a los parientes han estado en la morgue desde el quince de enero, cuando los sublevados fueron asesinados.
Según la periodista Elyangélica González, la orden “viola el protocolo y puede ser considerado como obstrucción de la justicia, pues cuando el cuerpo es parte de una investigación penal, no es posible la cremación previendo cualquier eventualidad que amerite su exhumación”.
En medio de la ejecución de este delito, la fiscal general legítima de Venezuela en el exilio, Luisa Ortega Díaz, se pronunció: “La violación de DDHH por parte del desgobierno venezolano es sistemática. Es un delito negarse a entregar los cuerpos de la víctima de la masacre de El Junquito,
“No les bastó con ejecutar a Óscar Pérez y sus compañeros, ahora se burlan de sus familiares”, espetó Ortega Díaz.