Como respuesta a la petición realizada por el ministro de la Defensa y la Fiscalía General de la República (FGR), el Equipo de Respuesta Internacional (IRT) de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), llegará a El Salvador este jueves 1 de octubre para proporcionar apoyo en la investigación de la explosión que ocurrió el 28 de septiembre en el Regimiento de Caballería, en San Juan Opico, La Libertad, informó la embajada de los Estados Unidos en el país.
Según un comunicado de la misión estadounidense en El Salvador, el equipo de ATF, compuesto por cerca de 20 miembros, llevará a cabo una investigación de la escena post-explosión, incluyendo una reconstrucción de la escena, entrevistas y revisión de los desechos para obtener evidencias que puedan esclarecer cómo ocurrió la explosión. El equipo trabajará en estrecha coordinación con la FGR, el Ministerio de la Defensa y la Policía Nacional Civil (PNC).
El equipo está compuesto por agentes especiales de gran experiencia en investigaciones de origen y causa de fuegos, análisis post-explosiones, personal químico forense, oficiales expertos en explosivos, ingenieros de seguridad contra incendios e ingenieros electricistas, unidad canina para detección de químicos acelerantes y de explosivos, personal de apoyo de investigaciones, forense y de auditoria. El equipo ha sido conformado con personal idóneo para poder ayudar a aclarar el incidente específico.
Esta es la 38º misión del Equipo de Respuesta Internacional, desde su creación en 1978, y la tercera en este año. El IRT viaja al extranjero para investigar incidentes de gran magnitud, que incluyen coches bombas, proporcionar apoyo técnico en el desmontaje de dispositivos explosivos improvisados y para proporcionar supervisión de investigación en la escena de una explosión e incendios a gran escala que provoca pérdida masiva de vidas o de propiedad.
Misiones anteriores de estos equipos especializados incluyen el incendio en el Centro Comercial “Las Cascadas” a principios de 2015; el incendio en el Centro Penitenciario de Comayagua, Honduras, en el que murieron más de 350 reclusos en 2012, y la explosión de un depósito de municiones en Albania, en abril de 2008, la cual dejó un saldo de 26 muertos, 400 heridos y destruyó o dañó más de 4,000 casas y negocios.