Dos siniestros por explosión sucedieron en igual número de plantas químicas en Alemania este el lunes.
En el primer incidente hay al menos cuatro heridos, mientras que en el segundo no se sabe el número exacto.
Las plantas químicas pertenecen al gigante alemán BASF y en principio se cree que no están relacionadas entre sí.
Varias personas resultaron heridas en las dos explosiones, en dos importantes plantas químicas del gigante alemán BASF en Lampertheim y Ludwigshafen (oeste de Alemania), dos localidades a apenas 30 kilómetros de distancia.
La propia empresa pidió a los vecinos de Ludwigshafen “evitar permanecer en espacios abiertos y mantener las puertas y ventanas cerradas”, mientras que señaló que el otro incidente no había supuesto la emisión de químicos peligrosos a la atmósfera, según sus medidores móviles de condicionales medioambientales.
El suceso de Lampertheim, una planta de aditivos para plásticos, consistió en la explosión de un filtro -por motivos no aclarados por el momento- y el de Ludwigshafen sucedió en el puerto norte, donde la factoría se abastece de gas y petróleo.
Esta segunda explosión provocó una densa nube de humo y varios equipos de bomberos se desplazaron a la zona para atajar las llamas.
BASF reconoció que en el primer incidente cuatro trabajadores resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a un hospital cercano, mientras que tras el segundo incidente habló de “varios” heridos.
La actividad se ha paralizado en los dos centros industriales afectados, con lo que BASF acumula 16 interrupciones de la producción en alguna de sus plantas alemanas en lo que va de año, frente a los 13 incidentes registrados en el conjunto de 2015.
