La organización terrorista vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA) anunció este miércoles en una carta su decisión de dar por terminado su ciclo histórico y ha comunicado que ha disuelto “completamente todas sus estructuras”.
La misiva, fechada el 16 de abril, fue enviada por el grupo a varias instituciones y agentes políticos de España, a la que ha tenido acceso la agencia española EFE, ETA transmite su decisión de “dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido”.
“Por tanto, ETA ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política”, dice la carta.
Al grupo separatista vasco creado en 1958, bajo la dictadura de Francisco Franco, se le atribuyen un historial de asesinatos, ataques con bomba, extorsiones y secuestros que dejó un balance de al menos 829 muertos en cinco décadas de actividad.
En 2011, muy debilitado, anunció el cese definitivo de su lucha armada contra las autoridades españoles, pero su desarme completo no llegó sino hasta marzo de 2017.
El lunes un tribunal español había recomendado iniciar un juicio por delitos de lesa humanidad a la cúpula de ETA, compuesta por Mikel Karrera Sarobe, alias “Ata”, Aitzol Iriondo Yarza, alias “Gurbitz”, y Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”. Los tres están cumpliendo condenas en Francia.
ETA, que en español significa País Vasco y Libertad, nació en 1958 como un movimiento separatista armado que buscaba la creación de un estado independiente en territorios vascos en España y Francia.
Su primera acción armada tuvo lugar en 1961 y durante la década de 1960 iniciaron una campaña terrorista que ellos mismos consideraron de resistencia contra el estado español.
En la década de 1970 la violencia recrudeció con más atentados contra políticos, empresarios y miembros de las fuerzas de seguridad, y los enfrentamientos con diferentes grupos paramilitares leales al gobierno.
ETA continúó su lucha terroristas tras la muerte de Franco, en 1975, y la transición que derivó en un presidente electo en 1977.
En las décadas siguientes hubo diferentes intentos de llegar a una tregua y un acuerdo entre Madrid y ETA, mientras las fuerzas de seguridad de España y Francia continuaban presionando en forma coordinada al grupo vasco.
El último período de violencia tuvo lugar entre 2007 y 2010, tras lo cual un ETA debilitado y con su cúpula de líderes en prisión anunció su renuncia a la lucha armada.
Finalmente, en marzo de 2017 declararon un desarme unilateral e incondicional, paso previo a su disolución tras décadas de lucha armada que provocaron al menos 829 muertos.