Gobierno dice que “lucha” por reforma pensiones y salarios, a pesar que ya hay un acuerdo

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El presidente Salvador Sánchez Cerén se comprometió en el acto de propaganda del Gobierno de celebración del Día Internacional del Trabajo, a mantener la “lucha” por reformar el actual sistema de pensiones y aumentar el salario mínimo.

“No vamos a echar marcha atrás con la propuesta del ajuste al salario mínimo, vamos a mantenerla como gobierno, vamos a seguir luchando para que eso sea realidad”, dijo el mandatario en su discurso en la plaza al Salvador del Mundo donde el gobierno y el partido oficialista (FMLN) transportaron con un gasto millonario a unas 20.000 personas, entre sindicalistas manipulados por prevendas y miembros del partido oficial.

El Gobierno no ha querido hacer oficial el acuerdo de incremento salarial al que hace ya un par de semanas llegaron empresarios y trabajadores, pero que guarda para ser utilizado de manera que le convenga al oficialismo para cubrir otras acciones políticas, según el ex presidente de la mayor gremial empresarial del país, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub.

Según la gremial, tanto los empleadores como los empleados ya llegaron a un acuerdo, pero el Gobierno, a través de la ministra de Trabajo, esconde el acuerdo a la población.

El debate al interior del Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM) fue cerrado hace días por un acuerdo de dos de tres partes, como lo indica la ley.

“No es posible que en este país se quiera seguir generando riqueza a costa de las costillas del pueblo trabajador. El pueblo trabajador se merece un salario digno, un salario que le permita una vida digna”, dijo Sánchez Cerén en un evento de propaganda en el que realizó un discurso que podría entenderse como de “odio entre clases” y antiempresarial.

De manera amenazante, Sánchez Cerén, al referirse a la recientemente derrotada iniciativa de reforma al sistema de pensiones, dijo que “vamos a seguir llevando adelante la reforma del sistema de pensiones, no nos vamos a retirar, vamos a mantenerlo en la Asamblea Legislativa y vamos a discutir con los dirigentes de ustedes (los sindicatos) qué modificaciones creen que hay que hacerle a ese proyecto, y a partir de ahí trabajar juntos”.

A finales del pasado mes de febrero, el Gobierno de la República propuso a la Asamblea Legislativa modificar el actual sistema de pensiones para apropiarse de los ahorros de los salvadoreños que llevan varios años destinando parte de su salario a un fondo que le de una pensión lo más decente que sea posible. Sin embargo, el Gobierno sostiene un maquiavélico plan para apropiarse del ahorro de los trabajadores y utilizarlo en gasto y despilfarro público en pos de ganar votos en las próximas elecciones con un estilo “populista” de promesas que no podrían sostener.

Como en sus mejores tiempos de comandante guerrillero, Sánchez Cerén arengó a las masas llevada en buses pagados por la izquierda del país llamando a las organizaciones sindicales a “mantenerse unidos” en torno a las reivindicaciones “conquistadas en materia laboral y social”.

“Esa unidad hay que mantenerla, ellos (empresarios y oposición) pretenden dividir la unidad, ellos pretenden tratar de generar pugnas entre los trabajadores, no debemos de permitir que esa política malévola de dividir nos disminuya la capacidad de unirnos y hacer las transformaciones que el país necesita”, advirtió.

El presidente de izquierda también advirtió que comenzará a trabajar junto a las organizaciones sindicales en una serie de solicitudes planteadas durante la jornada referentes al combate a la evasión y elusión fiscal, mejoras salariales y la creación de empleos.

“Me comprometo acá ante ustedes a comenzar a trabajar ya con los representantes de movimiento sindical, con sus dirigentes, para que esta plataforma comience a trabajar”, subrayó.

La promesa viene luego que la izquierda ha gobernado por siete años, con un atraso en el crecimiento económico que tiene a El Salvador en posición postrera con respecto al resto de los países centroamericanos, con un desarrollo tecnológico mínimo y con índices de educación por debajo de sus vecinos del triángulo norte.

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