Economía de El Salvador desacelera mientras baja el poder adquisitivo de los salvadoreños

Transparencia Internacional, capítulo El Salvador, considera que el crecimiento en el país de 2024 será menor a lo proyectado por el FMI y el BCR

0
246

La Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), capítulo en El Salvador de Transparencia Internacional, presentó el martes su «Informe sobre situación económica en El Salvador», en el que destacó la desaceleración de la economía nacional, afectada principalmente por el mal desempeño del sector Construcción.

El Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) tuvo, en abril de 2024, una reducción interanual del 0.62 %, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). En este número global contó con especial protagonismo la caída del sector Construcción, de 16.79 % respecto al mismo mes del año anterior.

«(La construcción) fue el impulsor de actividad económica en 2023. Habrá que esperar cómo se comporta el resto del año», señaló el economista Otto Rodríguez, coordinador de Proyectos de Macroeconomía de FUNDE, en su cuenta de la red social X hace unas semanas.

Rodríguez considera que es posible que se deba a que se redujo la inversión pública en el último trimestre del año pasado.

El arranque de 2024 no es el más promisorio para la construcción. Si se compara la actividad de los primeros cuatro meses con el mismo periodo de 2023, se comprueba que la caída ha sido del 24.23 %, es decir, casi una cuarta parte.

La mayor caída se puede atribuir, precisamente a abril, pues febrero y marzo sí registraron incrementos de 1.96 % y 7.42 %, respectivamente. En enero también hubo una disminución del 5.63 %.

La de abril de 2024 ha sido la peor caída del sector en mucho tiempo. En 2023, por ejemplo, casi todos los meses fueron de crecimiento, a excepción de octubre (0.52 % de disminución), teniendo a junio como la cumbre, con un alza interanual del 33.79 %, explicó.

La Construcción no fue el único sector que decreció en abril, pues también lo hicieron otras tres: información y comunicaciones; actividades profesionales, científicas, técnicas, administrativas, de apoyo y otros servicios; así como actividades de administración pública y defensa, enseñanza, salud y asistencia social.

Menor crecimiento según el Fondo Monetario Internacional

Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de El Salvador crecerá un 3 %. El Banco Central de Reserva (BCR) había pronosticado 3.5 %.

«Las proyecciones de crecimiento que se han dado hasta hoy no incorporan esta pérdida de fuerza de la economía. Es probable que se revisen nuevamente a la baja», dijo el director ejecutivo de Funde, Roberto Rubio.

El economista Rommel Rodríguez, por su parte, también recordó que el Producto Interno Bruto de El Salvador (PIB) creció el 2.2 % en el primer trimestre de 2024, muy por debajo del 4.35 % registrado en el mismo periodo de 2023. El experto no se aventura a dar una proyección respecto al crecimiento, pues no hay certidumbre de si esta ralentización es algo puntual o si, por el contrario, se extenderá en el tiempo.

«En el caso de que sea el segundo caso, y creemos que todo apunta a esto, la economía de El Salvador estaría creciendo en El Salvador entre un 2 % y un 2.5 %. Pero todavía hay que ver cómo se desarrollan las cosas en el tiempo», comentó Rodríguez.

FUNDE remarcó otro aspecto importante de la economía en El Salvador en la actualidad. A junio de 2024, se habían recaudado más impuestos que los presupuestados: $3,998 frente a $3,802, es decir, $96 millones más. Sin embargo, los gastos superan por mucho a los registrados el año pasado.

El último dato publicado corresponde a mayo, con $4,128.5 millones, lo que es superior casi en $500 millones al mismo periodo de 2023. Casi todo está orientado a gasto corriente. El déficit fiscal (más gastos que ingresos) alcanza los $56 millones a mayo de 2024.

La economía familiar

El mandatario Nayib Bukele dijo en un discurso hace unas semanas que su plan económico contempla tanto aspectos «macroeconómicos» como «microeconómicos».

«Como todo en la vida, debe ser un balance… velar por el crecimiento del país, pero también velar por el bolsillo de la gente, por el bienestar de las familias… una cosa no subsiste sin la otra», dijo Bukele.

Como indican los datos, la macroeconomía no luce bien en El Salvador. Y, debido a la alta inflación de los alimentos, tampoco la economía familiar.

FUNDE hizo un interesante ejercicio en el que cruzó el precio de la canasta básica con el salario promedio del país en un año, dato recogido por la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), elaborada por una oficina del BCR.

Así pudo constatar que, en 2023, una familia que percibiera este ingreso solo podía adquirir 1.62 canastas básicas al mes, frente a las 1.64 de 2022. Esto a pesar de que el salario promedio del año recién pasado ($407.92) fue superior al de 2022 en $30.06.

La razón de ello es que la canasta básica de 2023 fue $21.32 más cara. Curiosamente, el año con la mejor relación en este ejercicio fue 2020, posiblemente porque, a pesar de que muchos perdieron sus empleos, el salario promedio era más alto respecto a la canasta básica.

«En 2024, la inflación se ha desacelerado. Sin embargo, eso no quiere decir que los precios han parado de crecer, simplemente que lo hacen más despacio… esto está deteriorando la capacidad adquisitiva de los salvadoreños», dijo Rodríguez.

Si el ejercicio se hace con el salario mínimo como parámetro, se puede comprobar que, en 20233, una persona que lo percibía en la zona urbana debió destinar siete de cada 10 dólares ganados a comprar alimentos básicos.

Con información de EDH