En vísperas de la simbólica llegada del jefe de la diplomacia estadounidense a La Habana, el ex presidente cubano ha querido marcar algunos límites a ese acercamiento que tolera pero no celebra.
A finales de enero, Fidel dio su visto bueno distanciado al proceso de normalización de relaciones iniciado por Raúl Castro. “No confío en la política de EEUU ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que eso signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra”, escribió en una de sus escasas menciones al proceso.
Con motivo de su cumpleaños, el histórico líder cubano ha vuelto a tomar la pluma. Y lo ha hecho para defender lo que considera logros de la isla durante el último medio siglo, a la par que recuerda la deuda millonaria que Washington tiene, afirma, con La Habana por el embargo contra la isla impuesto por EE UU.
“Se adeuda a Cuba las indemnizaciones equivalentes a daños, que ascienden a cuantiosos millones de dólares como denunció nuestro país con argumentos y datos irrebatibles a lo largo de sus intervenciones en las Naciones Unidas”, afirma Fidel Castro en un artículo titulado “La realidad y los sueños” que publica este jueves la prensa oficial cubana. A la par, el expresidente cubano pide seguir persiguiendo los “sueños de justicia e igualdad” y los “derechos” que en su día defendió la “lucha” de la revolución.
“Como fue expresado con toda claridad por el Partido y el Gobierno de Cuba”, continúa Fidel Castro, “no dejaremos nunca de luchar por la paz y el bienestar de todos los seres humanos”. Y da las “gracias” a sus compatriotas por su contribución a logros como “la igualdad de todos los ciudadanos a la salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la ciencia, y al bienestar”.
“Es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos”, concluye Fidel Castro 24 horas antes de que Kerry ice en La Habana la bandera estadounidense arriada en enero de 1961, después de que EE UU y el Gobierno cubano que entonces encabezaba él rompieran relaciones diplomáticas.
El Departamento de Estado ha adelantado que Kerry “no tiene planeado” reunirse durante su visita relámpago a Cuba -no estará ni 12 horas- con ninguno de los hermanos Castro.
Quien sí ha llegado hasta La Habana para “acompañar al hermano Fidel en su cumpleaños” es el presidente boliviano, Evo Morales. Desde las redes sociales, otro de los aliados de La Habana, el presidente venezolano Nicolás Maduro envió, “con el espíritu de (Hugo) Chávez”, el “Abrazo de los Pueblos que Luchan y que Aman” al “comandante Fidel”.
