Federico Lombardi admite estar confundido con el Pontífice. “Nadie sabe todo lo que hace”, sostuvo en una entrevista con la revista National Geographic.
“Confundido”, así respondió, con una dosis de humor, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, cuando el ex asesor de prensa de Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Federico Wals, le preguntó el año pasado: “¿Cómo se siente con su nuevo jefe?”. El episodio, que da cuenta de los cambios que ha generado el Papa Francisco en la Curia Romana, fue desclasificado por el periodista norteamericano Robert Draper en un artículo publicado en el último número de la revista National Geographic y titulado “¿El Papa cambiará al Vaticano? o ¿el Vaticano cambiará al Papa?”. La nota incluye una reveladora conversación con el jefe de la sala de prensa de la Santa Sede, donde éste entrega su visión sobre el Pontífice y cuenta lo que han sido sus más de dos años a cargo de la Iglesia Católica. Incluso lo compara con “la germánica precisión” de su antecesor Benedicto XVI.
“Era increíble. Benedicto era tan claro”, relató Lombardi con “evidente nostalgia”, según Draper, al recordar los comentarios que hacía el ahora Papa emérito después de reunirse con algún líder mundial. Según el vocero vaticano, Ratzinger le señalaba: “Hablamos de estas cosas, estuve de acuerdo en esto, argumentaría en contra de este otro punto y el objetivo de nuestro próximo encuentro será este’, dos minutos y quedaba completamente claro cuál había sido el contenido de la reunión”. Sin embargo, aseguró, con el Papa Francisco el asunto es distinto. El actual Pontífice -a quien describe como “totalmente espontáneo”- acostumbra decir después de una cita con un líder mundial: “Es un hombre sabio, ha tenido estas interesantes experiencias”. Para Lombardi, la diplomacia del actual Papa “no es sobre estrategia sino más bien, ‘me reuní con esta persona, ahora tenemos una relación personal, hagamos entonces cosas buenas por el mundo y por la Iglesia”.
Decisiones en solitario
Si bien el Papa Francisco ha apostado por una mayor colegialidad en las decisiones de la Iglesia Católica, acostumbra tomar muchas decisiones solo, según el vocero vaticano. “Nadie sabe todo lo que está haciendo, ni si quiera su secretario personal. Tengo que hacer llamadas a varias personas, porque algunas saben una parte, otras conocen otra… es la vida”, concluyó resignado. El Papa, además, ha reducido el poder de la Secretaría de Estado, un problema que según Lombardi, hace que ahora “la estructura de la Curia no esté clara. El proceso está en marcha y cuál va a ser el resultado, nadie lo sabe”. Antes todo pasaba por la Secretaría de Estado. Hoy, eso ya no sucede. “El Papa mantiene muchas relaciones directas, sin mediadores”, dijo el jefe de prensa vaticano a The National Geographic Magazine. “Ya no se puede decir, como en el pasado, que alguien tiene mucho poder sobre el Papa”, agregó.
Entre los contactos más estrechos del Papa en la Curia, con los que discute muchas de sus decisiones, según el vaticanista italiano Sandro Magister, se encuentran varios argentinos como su secretario personal Fabián Pedacchio o el encargado de protocolo de la Secretaría de Estado, Guillermo Javier Karcher, además del rector de la Universidad Católica Argentina, Víctor Manuel Fernández, uno de los teólogos de referencia del Pontífice. El Papa, sin embargo, también mantiene estrechas relaciones con algunos italianos como el jesuita Antonio Spadaro, director de la revista Civiltá Cattolica, Darío Edoardo Viganó, prefecto de la recién creada secretaría para las comunicaciones, y Battista Ricca, director de la Casa de Santa Marta, donde vive Bergoglio desde que fue elegido jefe de la Iglesia Católica.