Una agradable tarde de café en Macchiato

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Buscando un lugar para trabajar lejos de la rutina de la oficina, decidí conocer el nuevo establecimiento de Macchiato, el cual abrieron en el edificio Avante, de Santa Elena.

Al ingresar, de inmediato se percibe el embriagante aroma del café fresco y recién molido; la tienda está decorada con tonos rojos y color madera, el ambiente es moderno y a la vez acogedor, un sitio que te invita a relajarte y pasarla bien.

Un joven del equipo de Macchiato se acercó y me ofreció dos alternativas: una mesa o un ambiente de sala.

Después de acomodarme, me trajo el menú. Me dejó dar una rápida inspección y tomó mi orden: me decidí por un combo con medio Panini Cubano Italiano, galletas de limón y una soda.

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En cuestión de minutos llegó a mi mesa la orden; el Panini Cubano Italiano, estaba relleno de jamón de pierna de cerdo, jamón Selva Negra y queso Provolone, aderezado con una especie de pesto de cilantro; el aspecto impecable, el panini tostado, el queso derretido y la combinación de jamones muy agradable, el pesto de cilantro generoso adentro del sándwich, pero de un sabor suave que no compite con los ingredientes principales, sino más bien que los complementa de gran manera.

Entre bocados estaba cuando me topé en el menú con el panini de pavo, y para complementar mi pedido ordené medio sándwich. Me llamó la atención leer en el menú que ofrecen esta combinación de queso Provolone (mi favorito entre los italianos), jamón de pavo y jalea de fresas, y, sencillamente, no puede resistirme. El panini llegó a mi mesa nuevamente caliente y tostado, es muy agradable al paladar y el dulce de su jalea de fresa es sutil y contrastante.

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080515-aeropressAl final, Osmín, barista de la tienda, me ofreció un café negro preparado, después de explicarme que siendo el café la especialidad de Macchiato ellos cuidan mucho de supervisar el trazo del grano, desde su cosecha hasta la taza. Me decanté por un café negro elaborado en Aero Press, el cual Osmín prepararía en mi mesa, agregando un toque especial a mi visita a Macchiato.

Ataviado con un cronometro, bascula, Aero Press y una porción de café recién molido, el barista se dispuso a preparar mi café, mientras intercambiaba información sobre la de preparación de mi bebida con detalladas historias del cultivo del café, las cuales disfruté mucho y que evidencian la dedicación de la empresa por esta bebida maravillosa.

No quise retirarme sin degustar un “macchiato” (que en español significa manchado) y lo ordené para terminar. Es básicamente un café expreso cortado con leche espumada, que Macchiato prepara con un blend de Bourbon y Pacamara; su sabor, francamente, asombroso e intenso, genial despedida para una agradable tarde en las mesas de Macchiato.

Excelente servicio de Macchiato y de su barista Osmin. Red Fork otorga seis tenedores rojos para su experiencia en Macchiato; seguro que regresaré y seguiré disfrutando de su excelente café.

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