Trump pide pena de muerte para traficantes de drogas

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El presidente Donald Trump apeló hoy en New Hampshire a la necesidad de aplicar la  pena capital a los traficantes de drogas para frenar lo que llamó ” la terrible epidemia de sobredosis que barre Estados Unidos” y que solo el año pasado segó más vidas que toda la guerra de Vietnam.

La petición de Trump, que será incorporada por la fiscalía federal, vino acompañada de la amenaza de demandas civiles y criminales contra las farmacéuticas, cuya producción y venta masiva opiáceos para el dolor son el detonante de la crisis sanitaria.

“Tenemos que ser duros con los traficantes de droga y esto incluye la pena de muerte. Ellos acaban con la vida de miles de personas y solo reciben multas o condenas menores. Pero si alguien mata a una persona, se le condena con cadena perpetua o a la pena capital. Ganaré esta batalla”, clamó el mandatario norteamericano.

Trump atacó un problema que sabe profundo y creciente. El año pasado murieron por sobredosis en EEUU 63.600 personas, siete veces más que en toda la Unión Europea Noruega y Turquía. El 66% de estos fallecimientos se debió a los opiáceos. Pero no se trata solo de heroína, sino también de fármacos de prescripción.

En 15 años, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades, las recetas de opiáceos contra el dolor se han triplicado. Solo el año pasado se distribuyeron 6.200 millones de pastillas de hidrocodona (Vicodin) y 5.000 millones de oxicodona (Percocet). Se trata de un enorme negocio que nadie ha querido frenar. En el país hay ahora mismo dos millones de adictos y, como revela un estudio de Jama Psychiatry, el 75% de los heroinómanos empezó con estos analgésicos opioides.

A ello se suma la mejora de la producción y tráfico de opio. Las montañas de Sinaloa y Guerrero se han vuelto los principales semilleros de América. Y los cárteles han empezado a sintetizar en masa los aditivos que disparan las sobredosis, sobre todo, el fentanilo, 50 veces más potente que la heroína.

El resultado es devastador. El coste económico, según la Casa Blanca, es de 500.000 millones y la esperanza de vida y los decesos han aumentado. dijo Trump.

Para aminorar el uso y abuso de fármacos, la Casa Blanca propone combinar campañas de concienciación, mejorar la investigación y, sobre todo, recortar las recetas un 33% en tres años. Para ello, se va a exigir que las prescripciones a cargo del erario federal se ajusten a un código de buenas prácticas.

En la vía persecutoria, el plan de Trump proponer aumentar la vigilancia en fronteras y presionar a China y México para reducir el tráfico de heroína y precursores. “El muro servirá para mantener las drogas fuera”, afirmó Trump.

El punto más polémico de la iniciativa recae en la petición de la pena de muerte. No es algo extraño en Trump. En más de una ocasión, ha manifestado su querencia por la pena capital para los narcotraficantes. “Algunos países aplican la pena máxima y tienen menos problemas de drogas que nosotros”, ha llegado a decir.

En esta línea, el Departamento de Justicia pedirá la ejecución de los traficantes de drogas “donde sea apropiado bajo la ley actual”. Este endurecimiento de los criterios de la fiscalía ha generado dudas entre los expertos. Para la Casa Blanca se trata de una directriz que tendrá que dirimirse en los juzgados. “Hemos de ser duros, es lo que temen y son mala gente. Si no lo hacemos perdemos el tiempo. Y no estoy dispuesto”, afirmó.