Trump no descarta una respuesta militar a Corea del Norte

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El presidente de EEUU, Donald Trump, en su discurso de los 100 días.

“No lo sé, ya veremos”, es la respuesta evasiva del presidente estadounidense ante la posibilidad de responder si Pyongyang atenta de verdad con “grandes misiles”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “no estaría contento” -y China tampoco- si Corea del Norte hace una verdadera prueba nuclear. Así lo ha afirmado, a modo de amenaza velada, en una entrevista con la cadena estadounidense CBS que será emitida este domingo y cuyo adelanto puede leerse en la página del medio.

Trump se intenta parapetar en la prudencia y las evasivas al valorar los recientes lanzamientos de misiles desde Pyongyang, a los que resta valor, sin cerrar la puerta del todo a que el descontento al que alude pudiera traducirse en una respuesta militar. “No lo sé, ya veremos”, contesta.

Preguntado por el más reciente misil balístico lanzado sin éxito el pasado viernes, Trump es tajante: “Era un misil pequeño. No era un gran misil. Eso no era una prueba nuclear, lo que él (en alusión a Kim Jong-un) esperaba hacer tres días atrás. Veremos qué pasa”. Y trata de zanjar el asunto al señalar que en materia militar es mejor ser prudente. Eso sí, añade: “A lo mejor ellos tampoco tienen tan buenos misiles. Aunque eventualmente, él los tendrá”.

Orgulloso de su gestión internacional

En la entrevista tensa y llena de interrupciones con John Dickerson, del programa “Face the Nation”, concedida antes de volar a Harrisburg (Pensilvania) para ofrecer su discurso conmemorativo de sus primeros cien días de Gobierno, el magnate hace balance de su estreno como presidente y considera que ha sentado “buenas bases con otros líderes internacionales”.

Entre ellos, cita al presidente chino, Xi Jinping, con quien se alinea y a quien rinde respeto hasta en tres ocasiones; al primer ministro canadiense, Justin Trudeau; y a un hombre que le “cae bien”, el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, con quien tuvo “una agradable conversación telefónica”.

Así hizo alusión a uno de los pasos que en este primer periodo ha tenido que dar hacia atrás: su decisión de renegociar el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que había considerado como “el peor tratado de la historia”.

También tuvo buenas palabras para el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, a quien calificia como “un tipo resistente y espabilado”. “A una edad muy joven, fue capaz de asumir el poder. Mucha gente, estoy seguro, trató de quitarle el poder”, expone, y valora que fuera “capaz de mantenerlo”.

Trump establece el asunto de Corea del Norte como algo primordial, por encima del comercio. Y en su estrategia, encaja a su nuevo mejor amigo chino. “Corea del Norte es quizá más importante que el comercio. El comercio es muy importante. ¿Pero una guerra masiva con millones, potencialmente millones de personas asesinadas? Eso, diríamos, mata al comercio”.

Washington ha pedido a China ayuda para devolver a Pyongyang a la mesa de negociación, sin descartar una acción militar. A principios de mes, Pekín pidió “prudencia” a todas las partes tras otro lanzamiento de misil balístico por parte de Corea del Norte.