Trinidad y Tobago hará deportación masiva de venezolanos ante ruptura energética con Venezuela

La crisis diplomática entre Venezuela y Trinidad y Tobago se intensifica tras la suspensión del acuerdo energético y el anuncio de una deportación masiva de migrantes venezolanos, generando tensiones regionales y reacciones políticas en América Latina

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La relación bilateral entre Venezuela y Trinidad y Tobago atraviesa su momento más crítico en años. Luego de que el gobierno de Nicolás Maduro suspendiera el acuerdo energético sobre el campo de gas Dragón —en respuesta a la presencia del buque de guerra estadounidense USS Gravely en Puerto España—, la primera ministra trinitense Kamla Persad-Bissessar ordenó la deportación de al menos 200 migrantes venezolanos como parte de una nueva política migratoria más restrictiva.

El Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago ha comenzado a ubicar a los migrantes en un Centro de Detención de Inmigración para su expulsión, sin supervisión previa, lo que ha despertado preocupación entre organizaciones humanitarias. Los venezolanos constituyen la principal comunidad migrante en el archipiélago, y esta medida marca un giro drástico en la política migratoria del país.

Implicaciones para ambos países

  • Venezuela pierde una fuente clave de ingresos y cooperación energética, en un contexto de sanciones internacionales y aislamiento diplomático. La ruptura también refuerza su narrativa antiimperialista, al vincular la presencia militar estadounidense con una “provocación directa”.
  • Trinidad y Tobago enfrenta críticas por su política migratoria y por alinearse con Washington. La suspensión del proyecto Dragón podría afectar su industria petroquímica y obligarla a buscar nuevos socios energéticos.

Efectos políticos en América Latina

  • Polarización regional: Gobiernos aliados de Venezuela podrían condenar la deportación masiva y la presencia militar estadounidense, mientras que otros países podrían respaldar la postura trinitense como parte de una estrategia de seguridad hemisférica.
  • Migración y derechos humanos: La situación de los migrantes venezolanos en el Caribe vuelve a estar en el centro del debate regional, con llamados a garantizar el respeto de los derechos humanos y evitar expulsiones arbitrarias.
  • Geopolítica energética: La paralización del campo Dragón podría alterar los flujos de gas en el Caribe y afectar los planes energéticos de países que dependen de acuerdos binacionales.

Este episodio revela cómo las tensiones entre seguridad, migración y energía pueden escalar rápidamente en el Caribe y tener repercusiones en todo el continente. La región observa con atención, mientras se redefine el equilibrio diplomático entre soberanía nacional, cooperación regional y presencia extranjera.

Con información de adn