La sociedad en Nicaragua está molesta por el asilo político que el Gobierno de Daniel Ortega otorgó al expresidente salvadoreño Mauricio Funes (2009-2014), quien es investigado en su país por varios actos de corrupción, aseguró el político nicaragüense Alfredo César.
En la oposición de Nicaragua “estamos en desacuerdo con que eso se haya dado (el asilo a Funes) y en general hay molestia en la sociedad nicaragüense”, aseguró a periodistas César, presidente del Partido Conservador de Nicaragua.
El dirigente político se encuentra en San Salvador, donde participa en la Asamblea General de la Unión de Partidos de Latinoamérica (UPLA), que es presidida por el expresidente salvadoreño Armando Calderón Sol (1994-1999), de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (Arena), de la oposición democrática en el país.
El pasado 2 de septiembre, el Gobierno de Daniel Ortega otorgó el asilo al ex jefe de Estado, investigado en El Salvador por corrupción y al menos otros cuatro delitos, porque lo considera un “perseguido político”, según publicó La Gaceta, el diario oficial nicaragüense.
De acuerdo con la información, también fueron asilados su compañera sentimental Ada Mitchell Guzmán “La Michy”, y tres de sus varios hijos de 34, 25 y 2 años de edad, habiendo abandonado a su hijo con su ex esposa, la funcionaria de origen brasileño Vanda Pignato y al menos una hija más.
Ante esto “lo único que podemos hacer como oposición es denunciar y pronunciarnos” porque no tenemos instrumentos legales a nuestra mano para echarlos para atrás, solo morales y de ética”, concluyó.
Funes es investigado penalmente en El Salvador por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero y otros activos, cohecho, actos arbitrarios, corrupción y otros delitos durante su gestión, un proceso derivado de un juicio civil ordenado por el Supremo debido al incremento injustificado de su patrimonio en casi un millón de dólares.
La Fiscalía General de la República (FGR) también lo acusa de favorecer con contratos a su amigo y empresario de seguridad privada Miguel Meléndez “Mecafé”, por lo que allanó sus empresas y la casa del expresidente, donde encontró amplias pruebas contra e ex mandatario, lo que Funes catalogó como “show” político.
Funes niega que con su salida hacia Nicaragua busque “evadir la Justicia salvadoreña” o que está “renunciando” a su “defensa en las instancias correspondientes”, según publicó en sus redes sociales.
Funes fue el primer mandatario en llegar al poder de la mano de la otrora guerrilla FMLN, que es afín al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en el Gobierno de Nicaragua.