La propuesta de reducir el tiempo de las visas y los permisos de trabajo a periodistas extranjeros en Estados Unidos podría ser un retroceso para la libertad de prensa, al crear un mecanismo que podría ser utilizado para presionar o silenciar a comunicadores críticos del gobierno, alertó la SIP este lunes.
El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), José Roberto Dutriz, advirtió que “la medida sugerida introduce una incertidumbre permanente sobre la permanencia de los corresponsales extranjeros, lo que puede incentivar la autocensura y desalentar coberturas críticas hacia el gobierno estadounidense”.
Dutriz, CEO y director general de La Prensa Gráfica de El Salvador, añadió que “adoptar prácticas restrictivas de visado, similares a las que EEUU ha criticado en regímenes autoritarios, debilita su autoridad moral en el escenario internacional”.
El gobierno del presidente Donald Trump, a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), presentó el 28 de agosto una propuesta que limitaría la estadía de los periodistas extranjeros a 240 días, con posibilidad de prórroga por un período similar, siempre bajo un escrutinio riguroso.
La SIP detalló que la medida anularía los actuales permisos que permiten extender la residencia de forma indefinida.
Según el DHS, la iniciativa pretende atender supuestos “riesgos de seguridad” y frenar lo que califica como “abuso de visados”, con efectos también sobre estudiantes y visitantes de intercambio.
La presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Martha Ramos, señaló que la iniciativa representa otra forma de limitar el acceso a la información y de acallar la crítica internacional, en un intento de condicionar el discurso público.
“Además, existe el riesgo de que otros países adopten medidas de represalia contra periodistas estadounidenses, restringiendo así el flujo global de información”, advirtió.
Ramos, directora editorial de la Organización Editorial Mexicana (OEM), enfatizó que la propuesta no resuelve ningún problema real de seguridad, pero sí abre la puerta a la censura encubierta, a las represalias políticas y a nuevos obstáculos para la transparencia y el acceso a información de interés público.
Propuesta “discriminatoria”
Otras organizaciones periodísticas se han pronunciado en contra de la propuesta estadounidense.
La Asociación Mundial de Editores de Noticias, WAN-IFRA calificó la misma como “discriminatoria” y sostuvo que “pretende resolver un problema inexistente”, en alusión a la supuesta amenaza a la seguridad nacional derivada de la permanencia de periodistas extranjeros en EE.UU.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) rechazó la iniciativa al considerar que tendría un efecto amedrentador sobre la prensa y urgió al DHS a desistir de ella.
“La renovación arbitraria o la negación de visas es una táctica comúnmente utilizada por regímenes autoritarios para expulsar a reporteros incómodos”, subrayó RSF.
La SIP se unió al Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa (RCFP, en inglés) y a otras 36 organizaciones de medios en un llamado al DHS para que retire la propuesta.
El DHS informó que las personas pueden enviar comentarios en línea sobre los cambios antes de la fecha límite del 26 de octubre utilizando este enlace: https://www.regulations.gov/
Con información del Nuevo Herald