Por Ronald Castro.-
El Libro Azul de El Salvador en su edición 1912-1916, muestra un nutrido grupo de Scouts participando en los actos cívicos de 1914 en el Campo Marte (ahora Parque Infantil), de ahí que, la Asociación de Scouts de El Salvador celebrara el año pasado el primer centenario de la llegada del Movimiento Scout a tierras salvadoreñas.
El Movimiento Scout es una organización de educación no formal, complementaria a la familia y a la escuela, que procura la educación permanente y el desarrollo integral de la gente joven; bajo esta definición y declarando permanentemente su voluntad de dejar el mundo en mejores condiciones que como lo encontró, los Scouts Salvadoreños han dicho “Siempre Listos” cada vez que nuestro país así lo ha demandado.
Ahora que, el Movimiento Scout está iniciando su segunda centuria en El Salvador, es pertinente recordar algunos hechos importantes de la historia de nuestro país, en donde la presencia de los Scouts fue fundamental y en donde la vocación de servicio de este movimiento educativo quedó plasmado para la posteridad.
Si bien es cierto, los Scouts no son una entidad de servicio, el Movimiento Scout es la organización de voluntarios más grande del país; por lo tanto, es una fuerza viva que no debe ni puede dispensarse cuando nuestro pulgarcito es asolado por algún fenómeno natural, los Scouts han ayudado a guarecerse a los damnificados de los huracanes Fifí, Mitch y Stan, alimentado a los necesitados producto de los terremotos de Jucuapa y Chinameca y los acaecidos en los años 1965, 1986 y 2001. Sin olvidar el desalojo de los tesoros de la iglesia en medio del incendio de la Catedral Metropolitana de San Salvador, a mediados del siglo pasado.
Han establecido centros de damnificados, elaborado censos, donado equipo, montado miles de tiendas de campaña, elaborado miles de tiempos de comida, clasificado y entregado cientos de toneladas de ropa y alimentos, rescatado personas soterradas, ayudado a la evacuación de heridos, ofrecido primeros auxilios y trabajado para la atención sicológica de víctimas juveniles e infantiles de todos los deslaves, huracanes, inundaciones y fenómenos naturales que han asolado El Salvador.
Los Scout Siempre Listos han estado presentes en hechos de importancia histórica; para muestra el manejo de la logística de la Primera Visita del Papa Juan Pablo II a El Salvador en 1983, el Primer Diálogo por la Paz entre el FMLN-FDR y el gobierno, en donde los Scouts garantizaron la libre y pacífica circulación de las personas y los invitados a dialogar en el municipio de La Palma en 1984; el traslado desde la frontera a nuestro país de los salvadoreños expulsados de Honduras para la Guerra de las 100 horas y el servicio para que más de 250,000 personas discapacitadas pudieran ejercer el sufragio en las elecciones desde el año 2003 a la fecha.
Todo lo anterior, sin contar a los beneficiarios con los proyectos desarrollados por iniciativa propia como los más de 12,000 niños, niñas y jóvenes atendidos desde 1996 por el Programa Nacional de Campamentos Escolares, los 8,000 muchachos que trabajaron en el proyecto de Vigías de la Salud desarrollado junto con la UNICEF en 1986, los 10,000 jóvenes beneficiarios de Brigadas de la Solidaridad que en 2001, año en que fue lanzado, disminuyó en un 20% los índices de violencia estudiantil y los niños en situación de trabajo atendidos en nuestro proyecto de “Semillas de Esperanza”.
En los hechos mencionados anteriormente los Scouts han demostrado su arrojo y valentía, a pesar de enfrentarse en muchas ocasiones a la muerte misma, anteponiendo el deber del Scout ante todo lo demás. Sus acciones han demostrado colectivamente su abnegación y sacrificio por el bienestar de su prójimo.
Ahora que el Movimiento Scout inicia su segunda centuria, es indispensable reconocer su trabajo, que los principios que promulgan son cada vez más necesarios en la sociedad de hoy y que la Promesa y la Ley Scout han tenido dignos destinatarios en nuestro país, las más profundas felicitaciones a este movimiento por el cual han pasado más de 300,000 salvadoreños que han ayudado a dejar este país y este mundo en mejores condiciones de cómo lo encontraron.
Una vez Scout, siempre Scout!